sábado, 12 de diciembre de 2020

Calendario de Adviento

 

12 de diciembre

Calle San Vito, 24

El edificio es de lo más anodino, ni moderno ni antiguo, ni feo ni bonito, ni demasiado alto ni demasiado bajo. No tiene nada de especial. Ni siquiera sus habitantes. Un edificio insignificante, en una calle insignificante de una ciudad insignificante.


Tercero derecha: Nadie.


El tercero derecho lleva vacío muchos años, desde que murió don José Francisco, y  pinta que seguirá así muchos años más, perdido en un océano de disputas familiares y legales. 

El polvo forma desiertos sobre los muebles y la única señal de vida son las huellas que dejan los diversos insectos que allí han formado su hogar. En las paredes crecen el moho y las telas de araña, dueñas de las alturas y terror de la fauna insectil. Durante el verano, alguna lagartija, despistada, se cuela por las rendijas de la destartalada ventana y se da un gran festín. Durante un tiempo algún ratón intentó instalarse en el viejo piso, pero no tardó en darse cuenta de que no había allí nada para él y se fue en busca de mejores campos de recolección.

El silencio es casi absoluto. Algún zumbar de alas, algún tenue roce, la casi inaudible caída de un trozo de pintura y la tenue, muy tenue conversación de muebles y paredes que llevan años contándose las mismas añejas historias, los mismos rancios recuerdos con la misma vetusta nostalgia. 

Recuerdos de bebés que se convierten en niños que llegan a adolescentes que se transforman en jóvenes que un día atraviesan la puerta para no volver. 

Recuerdos de jóvenes que se transforman en adultos que alcanzan la vejez y un día atraviesan la puerta para no regresar.

Memorias de risas, llantos, gritos, sorpresas, momentos felices, desastres, accidentes, felicidad y tristeza. 

Memorias, en fin, de la vida, que muebles y paredes mantienen a fuerza de nostalgia provocando sutiles fantasmas que vagan entre ellos repitiendo miles de veces escenas muertas hace mucho.

Al tercero derecha no le interesa la Navidad, ni tan siquiera sabe que es Navidad. El tercero derecha, mausoleo del pasado, vive en su propio tiempo sin tiempo ajeno al mundo que, fuera, bulle y vive.





1 comentario:

  1. Triste historia la de se pisito vacío y deshabitado. Mejor cuando estaba lleno de vida. Muy bonita la historia, y muy real.
    Un beso

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