miércoles, 14 de mayo de 2008

Algo más que una cara bonita

Amelia era guapa e inteligente, una combinación que a mucha gente parecía sorprender. Hay todavía quien no cree compatible unas medidas 90-60-90 con un doctorado en bioquímicas y, sin embargo, Amelia era la prueba evidente de que esto era más que posible.

Amelia era muy guapa y, en contra de lo que muchos opinaban, esto más que una ventaja era un hándicap porque la obligaba a demostrar continuamente que era mucho más que “una cara bonita y unas curvas de infarto”. Tras mucho trabajo había logrado obtener el respeto de sus colegas y su vida profesional iba viento en popa pero en su vida personal las cosas no le iban tan bien como hubiera querido.


Amelia no había logrado encontrar a un hombre capaz de valorarla por su cerebro. Su cuerpo parecía ejercer el mismo efecto que una luz tan intensa, que los hombres acababan cegados por ella y no eran capaces de mirar en su interior. Había sido así desde su primer novio hasta su último amante. Ellos veían un cuerpo al que poseer y una mujer a la que lucir y ella se esforzaba en que se fijaran en su cerebro sin lograrlo… hasta que conoció a Silas y todo cambió.


Porque a Silas le interesaba Amelia, no su cuerpo.


A Silas le interesaba saber lo que Amelia pensaba, lo que Amelia sentía, lo que Amelia guardaba en su cerebro.


Silas la miraba arrobado pero no porque fuera bella sino porque amaba su cerebro.



Amelia era feliz; al fin había encontrado un hombre que amaba su interior. Silas siempre estaba diciendo cosas como:


- Ojalá pudiera ver todo lo que esconde tu cerebro.


O


- Lo que tienes dentro de esa cabecita es un hermoso cofre del tesoro listo para ser abierto por mí.


Silas parecía poder pasarse horas y horas escuchándola y charlando con ella sin intentar siquiera ponerle la mano encima. Y no es que no tuvieran sexo, claro que lo tenían pero, al contrario que con sus anteriores parejas, no era la parte central de su relación.


Amelia pensaba en todo esto mientras la invadía el sopor. Había pasado una agradable velada con Silas: una cena estupenda, una charla inteligente, un buen vino. Demasiado vino quizás. Tras la última copa el sueño había comenzado a adueñarse de ella. Le costaba mucho mantenerse despierta pero daba igual, seguro que a Silas no le importaría que durmiera en su piso esa noche. A fin de cuentas ya casi se había mudado a él.


Amelia dejó de luchar contra el sueño y se dejó caer en él dulcemente, mientras Silas, el único hombre que la quería por lo que era, la acunaba y acariciaba su cabeza con suavidad. Le susurraba algo, pero tenía tanto sueño y Silas hablaba tan bajo que no lograba entender las palabras. Tampoco le importaba. Mañana le preguntaría. Sí, mañana sabría lo que Silas le murmuraba mientras ella se dormía...


… Silas acunaba a la mujer con suavidad y ternura. Acariciando su cabello, besándole los ojos, era la viva imagen del hombre enamorado. Mientras la acunaba no dejaba de susurrarle:


- ¡Qué hermoso cerebro! ¡Cómo deseo sumergirme en sus misterios!


Cogiéndola en brazos, la trasladó a otra habitación. La tumbó sobre una fría mesa de operaciones. Sujetó fuertemente su cabeza con una correa y, sin dejar de murmurar, cogió una sierra mecánica, se aproximó a Amelia y comenzó a trabajar sin dejar de susurrar:


- Por fin, mi amor, por fin, podré llegar hasta tu interior y hacerlo mío.






42 comentarios:

  1. Al final tambien queria algo de su cuerpo. En fin ¡Que lástima!

    ResponderEliminar
  2. Cada vez me gusta más cómo escribis.
    Excelente este relato!
    Crea expectativa hasta el final y te sorprende... me has dejado con la boca abierta.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. Nanny, ¡cómo me ha gustado! Mientras leía espera un final sorprendente y así ha sido. Hoy me has dado un gustazo, para no variar, claro.
    A la tarde te pongo un mail.
    Besicos

    ResponderEliminar
  4. Silas no sería hannibal lecter no? porque vaya como me he quedado al final! pensaba que iba a resultar como todos los novios de Amelia, que nada más se interesaba por el físico...vaya chasco me he llevado...y pobre Amelia...

    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. O sea, que si eres tonta, porque eres tonta; y si eres lista, porque eres lista. Ahora va a resultar que lo más interesante es ser lo suficientemente anodina como para pasar desapercibida. ¡Esto me lo tenían que haber advertido antes!

    ResponderEliminar
  6. Qué horror. Esta visto que la pobre no tenía suerte. Un beso.

    ResponderEliminar
  7. 90-60-90 (creo que lo has escrito con dislexia)
    ...de lo contrario parecería un tonel

    :)

    ResponderEliminar
  8. Ah... que se me olvida: me encanta que siempre tus finales son sorprendentes.
    Beso

    ResponderEliminar
  9. Jose: Bueno... al menos era la parte de su cuerpo que Amelia quería que quisieran ¿no?

    Ana Ortiz: Pues... muchísimas gracias por tus palabras:)

    Nani: Y muchísimas gracias a ti también por tus palabras :)

    Alvear07: No, no, Silas no pretendía comerse el cerebro de Amelia, como mucho quería meterlo en un tarrito.

    Kotinussa: Vete a saber, seguro que siendo anodina también encontrarías algún motivo de queja. Justamente, ese, ser anodina y es que el ser humano, ya se sabe, nunca está conforme :D

    Susana: Mmm... bueno, al menos fue feliz por un tiempo... (uf, hoy me ha dado por el humor negro :D)

    Tesa: Eehhm... Ejem... Esto... pues es verdad lo de las medidas. Eres la única que te has percatado (chica lista ;). Hale, ya lo he corregido. Ah, intento que todos los finales sean sorprendentes, me parece de lo más divertido :D

    ResponderEliminar
  10. Está claro que el problema no era el cuerpo de esta chica para tener una relación "normal" sino su cerebro si es que era éste el que elegía al candidato con tanta puntería. Está claro que la pobre muchacha sufría precisamente del problema que tenía, era demasiado superficial a la hora de escoger sus parejas y está claro que no se fijaba en el interior de ningún hombre...jajaja.

    ResponderEliminar
  11. Juaaaaa, menudo final ehhhhhhh, que a saco, me encantaaaaa!!!

    ResponderEliminar
  12. Esperaba que el final me sorprendiera, pero no esperaba este final...

    Un beso Nanny

    ResponderEliminar
  13. Wowwww!!! Me has dejado con la boca abierta... que lo sepas!!!

    Relato digno de un capitulo de CSI... por lo menos!!! xDD

    Un besitooo

    ResponderEliminar
  14. ¡coño! (con perdón), me acabas de dejar "planchá", cago en los mengues del Silas este..., si es que era demasiado bonito para ser verdad: un hombre así..., jejeje, es bromita, me ha gustado como siempre,este es en el estilo de mi madre, a ella también le gusta meter estos finales imprevisibles...
    besitos

    ResponderEliminar
  15. ¡¡Plas plas plas plas!! Mis reverencias ante este relato, para que después te quejes de los míos o_-

    Besotesssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  16. Uf, uf... mamma mia, esto es un cuento de terror. Espero no tener pesadillas que a estas horas...

    ResponderEliminar
  17. Me ha recordado a un relato de poe, de un hombre que se enamoraba de una mujer por sus dientes y terminaba arrancandoselos ( no recuerdo el titulo del relato)...y tambien la la vueltas y revueltas que dio el cerebro de Einten en esta dire que os dejo cuenta la historia

    http://fogonazos.blogspot.com/2007/09/einstein-en-el-maletero.html

    ResponderEliminar
  18. Jodeeer! (perdón, me he pasado) Me has dejado atónito. Ese final propio de Poe me ha impactado. Me parece un relato digno de convertirse en un guión para un corto. Mantiene la tensión hasta el final en que el relato explota en sorpresa.

    Muy bueno, muy bueno

    ResponderEliminar
  19. Hola guapa!
    El final me lo esperaba, pero aun asi el relato es buenisimo. Y puede que has ta real, nadie puede estar con alguien solamente por su fisico, pero tampoco solamente en por su cerebro. Mi humilde opinion es que debe existir la mejor media, que te guste su fisico y que te guste su cerebro, sino mal.
    Por cierto, que tal su papa?
    Un besico, muac!

    ResponderEliminar
  20. Hola,

    Anímate a seguir la historia. Tod@s te estamos esperando.

    Besos.

    ResponderEliminar
  21. aaah!!! lo sabia..desde el nombre ese Silas no me habia gustado....genial relato, un poco oscuro no lo crees?.maravilloso!!!

    ResponderEliminar
  22. Me recuerda Allan Poe y al personaje de Sylar de la serie Heroes. Agradable relato.

    ResponderEliminar
  23. Por un momento tenía la esperanza de que Silas fuese ciego y pudiesen terminar juntos.

    Pero no. Tenía que ser un psicópata.

    Por esta clase de cosas no salgo con hombres XD El amor está sobrevalorado ;P

    ResponderEliminar
  24. El físico está sobrevalorado. Ser inteligente no es lo mismo que ser listo. El amor es mucho más que estos dos requisitos, por suerte.

    Al final los hombres somos los manos ya sea por frívolos o por sádicos, vamos has acabando diciendo que todos los tíos tienen algo "oscuro". Eres una malaje.

    Bicos.

    ResponderEliminar
  25. Quería decir los malos. Bicos.

    ResponderEliminar
  26. Bueno me has dejado con los ojos como platos. Nann y ahí hay chicha para algo más largo, no crees? Saludos al Husband, semana que viene hay nuevo Palahniuk!!!!!

    ResponderEliminar
  27. El hombre carece de metáfora, es demasiado literal. menos mal que está Shania Twain. Besos

    ResponderEliminar
  28. Niñaaa¡¡¡ que repelus me ha dado al final. Un beso

    ResponderEliminar
  29. Hola. Mi más sentido pésame para esa niña, por no tener autonomía, ciencia, objetividad y libertad, para elegir, en lugar de ser elegida. Tenía dos armas mortales de necesidad: su cuerpo y su cerebro. Pero, aún siendo master, doctora, o lo que fuese en ciencias químicas, no sabía que, es preferible estudiar la teoría y la práctica del manual, sobre como elegir a un compañero. Tal vez ese manual no se estudie en las facultades universitarias. Pero, estoy seguro, que si no hubiese tenido ese cerebro y si, sólo un cuerpo 10, hubiese conocido el manual idoneo para elegir pareja. Al final, tengo que concluir: sólo las tontas sin cerebro, saben discernir, entre un sádico, salido, o maniaco sexual, de un científico maniaco a secas. ¿Porque no busco, y esperó, hasta econtrar una persona normal?. No obstante, muy buen relato, pues todo lo que digo, se extrae del mismo. Al final una autominusvaloración de la mujer hecha por ella misma, valga la redundacia. Y eso que, los hombres somos unos brutos, unos torpes, y unos simples, o por contra, unos sádicos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  30. Jooooooderrr!!! Pobrecilla...

    Me esperaba que Silas la dejara, porque solo la quería por su físico... pero vamos, esto no me lo pensaba...

    Un besote!

    ResponderEliminar
  31. Genial. Gracias. Un beso

    ResponderEliminar
  32. Amy: O quizás la pobre sufría tanta ansiedad por encontrar amor que se cegaba con el primero que le decía dos tonterías... así le fue a la pobre, claro ;)

    Carmncitta: Y a mí me encanta que te encante y que te lo tomes con tan buen humor :D

    Mónica: Pues me alegra haberte sorprendido a pesar de esperar la sorpresa ;)

    Acoolgirl: Pues... la verdad es que cuando lo escribí había estado pensando en un episodio de CSI Las Vegas pero, vamos, nada que ver con esto, palabrita ;)

    Mariapahn: Sin perdón, sin perdón, que no me asusto yo pour un quítame allá un taco de más o menos ;) Es más, dado que ha sido una reacción espontánea al relato lo tomaré como un piropo.

    Patri: Eh, eh, yo de los tuyos no me quejo y no me quejo porque me encantan y me encantan porque... porque... pues porque son muy buenos ;)

    Kanif: Vaya... ;)

    Beatriz: Lo del cerebro de Einstein lo conocía. Ese relato de Poe no me suena, si recuerdas el título dímelo ¿vale? ;)

    Steve: Como ya le he dicho a Mariapahn no pasa nada por el taco y, como también le dije a ella, me lo pienso tomar como un piropo :)

    Cierzo: Totalmente de acuerdo: ha de haber un equilibro entre una parte y la otra pero... es que hay gente que vive obsesionada por una de las dos. Mi padre está bastante mejor aunque sigue a la espera de la operación; muchas gracias por preguntar :)

    ResponderEliminar
  33. Nosotras mismas: Pues no había pensado en darle continuación a la historia. No sé, lo pensaré ;)

    Tnf25: Puede que sí sea un poco oscuro pero... hay que probar a hacer un poco de todo ¿no? :)

    Gerapo Trezoo: Mmmm... a mí no me recuerda mucho a Sylar. Silas colecciona cerebros, Sylar "colecciona" poderes... Bueno, pensándolo bien quizás sí que haya cierto parecido, aunque no se me había ocurrido :)

    Victoria: Jajajajajaja... mujer, no reniegues del amor, de verdad que todos los hombres no son iguales, palabrita :D

    Álex: El físico está sobrevalorado: cierto. Ser inteligente no es lo mismo que ser listo: también cierto. El amor es mucho más que estos dos requisitos: nuevamente cierto. Que mi intención haya sido dejar a los hombres como seres malvados, frívolos o sádicos: totalmente falso :P Es más,creo que en el relato lo que queda más evidente es la total incapacidad de Amelia de relacionarse normalmente.

    Shysh: Pues, como he dicho antes no se me había ocurrido continuarlo pero igual me lo pienso. El husband, gracias a ti, está perfectamente informado de que "Dios" saca nuevo libro la próxima semana :D

    Hernán: Menos mal, sí señor :)

    Pegasux69: Jajajajajaja... pues me alegro, eso quiere decir que el relato no es muy malo :D

    Jack Blake: Me ha encantado el exhaustivo análisis psicológico que has hecho del personaje de Amelia, lo digo totalmente en serio: me ha encantado :)

    Igrein: Me encanta que mis finales sorprendan :)

    D2: Gracias... ¿Por qué?

    ResponderEliminar
  34. juerrrrrr que final tan escabroso... si es que ya no se puede una fiar ni de los que parecen buenos jejejej.
    Por cierto te dejo aquí un enlace para que unas a la sorpresa...
    http://vamosdecumple.blogspot.com/
    un beso

    ResponderEliminar
  35. ¡Qué bueno e impactante¡

    Pero, es que ¿nadie medianamente normal puede enamorarse de una mujer hermosa, en su conjunto?

    La belleza cuando es tan completa desborda e impone; nos pasamos la vida buscándola pero cuando se manifiesta desconfiamos, y más si es del género femenino. Y lo más desconcertante, quienes más recelan, muchas veces, son las propias mujeres. Abrazos.

    ResponderEliminar
  36. Wow, hay que tener cuidado con lo que se desea, ciertamente.
    Ha sido sorprendente.

    Besazos!

    ResponderEliminar
  37. Interesante.

    Saludos desde Madrid.

    ResponderEliminar
  38. Bueno, ciertamente esperaba ese final sorprendente, y aunque tambien pueda parecer pelín cruel, lleva todo el sentido...aunque yo pensaba que la iba a poner a trabajar para él.

    A mi tanta adoración cerebral, me puso los pelos de punta, porque imaginate eso de "me gusta tu cerebro, amo tu cerebro, estoy enamorado de tu cerebro"

    No se trata de cuerpo o cerebro, sino del todo, o al menos es como pienso yo; El todo incluye sus curvas, concavas o convexas, su cerebro, su alma, su modo de ser, aunque sea inteligente y "tiabuenisima", o tonta o nada agraciada.

    Un amigo decía(ya no): "Me Atrae lo externo, pero me retiene lo interno" y lo explicaba: "es mentira que alguien va por una calle, mira a una chica, y ve el interior desde ahí, para soltarle luego un sincero "adios bellos sentimientos".

    Un beso

    ResponderEliminar
  39. Debo confesarme, desde que empcé a leer tu relato no podía quitarme de la cabeza el puiropo que leí alguna vez por ahí:
    "Me gustaría tener un martillo para abrirte la cabeza y besar ese cerebro tuyo"...

    No es que tu relato sea predecible (que no lo es), lo que pasa es que lo mío ya es de internarme, creo.

    ResponderEliminar
  40. Un no esperado final....

    besos. Marea@

    ResponderEliminar

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...