Gil Arteaga, como todo buen profeta, sólo profetizaba catástrofes. Y solía acertar… lo justo. Vamos, ni más ni menos que si profetizara sucesos agradables pero es que, claro, un profeta que haga tal cosa nunca sería tomado en serio. No, Gil, como cualquier profeta que se precie sólo pronosticaba desgracias: terremotos, guerras, inundaciones, crisis económicas, asesinatos, plagas… En fin, toda la parafernalia.
El pesimismo de Gil no se limitaba a sus profecías. No. Su pesimismo se extendía a todas las facetas de su vida y de las vidas ajenas. No había vaso que Gil pudiera ver medio lleno (aunque en realidad lo estuviera) y, ni poniéndole gafas de cristales rosas sería capaz de ver la vida de ese color. El amigo Arteaga había trabajado tan bien su pesimismo que hasta su voz y su apariencia exhalaban desaliento y desesperanza. Cuando él aparecía hasta la luz parecía lucir menos, las voces se transformaban en susurros, las risas se acallaban y la gente, sin saber muy bien por qué, perdía la alegría.
A base de perfeccionar su triste visión de la vida, Gil se había convertido en la encarnación del pesimismo y la aflicción… y su vida reflejaba justamente aquello en lo que creía, esto es: que nada podía salir nunca bien. Así, su deseo de ser el mayor profeta de la historia del mundo no se había hecho realidad pero, por supuesto, “eso él ya lo sabía”; también sabía que los amigos de verdad no existían y que le sería imposible encontrar una mujer que le amara. Y así con todo.
Ya lo había dicho el gran Murphy: todo lo que podía salir mal, saldría mal y Gil era la prueba viviente de tan excelsa ley.
Poco a poco Gil fue dándose cuenta de que, quizás, eso de ser pesimista y profeta o profeta pesimista, no era tan maravilloso como había pensado. A fin de cuentas nunca había tenido una revelación divina y lo más parecido a una zarza ardiendo que había visto eran los matojos que quemaban en su pueblo; nunca había escuchado más voces misteriosas que las que le llegaban desde las casas de sus vecinos, no había visto ballenas más allá de las que salían en los documentales de National Geographic y lo más cerca que se había encontrado de un león fue aquella vez, siendo niño, que su padre lo llevó a visitar el zoológico. En fin, que la vida de los profetas actuales no era tan maravillosa ni llena de aventuras como él la había imaginado.
Cierto, eso de ser pesimista le había dado cierto aire de hombre sabio (1). Cierto también que gracias a su pesimismo Gil había conseguido dedicarse al oficio de profeta que tanto había deseado (aunque luego descubriera que era de lo más aburrido). Pero también es cierto que ser pesimista no le estaba reportando ninguna satisfacción sino más bien al contrario. Por no tener, Gil no tenía ni amigos porque no había quien aguantara a su lado más de dos minutos sin acabar deprimido.
Y entonces, Gil decidió combatir su pesimismo y alejar la tristeza de su vida. Por supuesto, no lo logró a la primera: los hábitos de años no se abandonan de un día para otro. Gil tuvo que trabajar duro para cambiar.
Los pocos conocidos que Gil tenía, ponían en duda que lograra dejar de ser un pesimista a ultranza y pasara a ser una persona, sino optimista, sí al menos con una visión algo más positiva de la vida. Y es que, lastimosamente, la mayoría de la gente tiene la firme creencia de que es imposible que una persona cambie (2).
Pero Gil, cambió, poco a poco. Lentamente. No fue algo drástico ni sorprendente sino paulatino. Un ligero cambio en la forma de vestir. Una dura lucha contra sus pensamientos negativos. Semanas y semanas practicando la sonrisa. Un combate cuerpo a cuerpo contra su triste visión del mundo…
Gil Arteaga no llegó a transformarse de Don Pésimo en Don Óptimo pero, desde luego, logró llegar al equilibrio justo que le permitiera disfrutar de la vida. Dejó de ser profeta y se sacó una oposición. Logró hacer más de un amigo y hasta se echó novia.
Dejó de tener fama de sabio y pasó a ser tomado por un iluso cuando se atrevía a pronosticar desenlaces afortunados. Pero a Gil lo único que le importaba era que, por fin, había aprendido a ser feliz.
(1) (1) Incomprensiblemente, el ser humano parece creer que cuanto más oscura es tu visión del mundo más realista e inteligente eres. Dato un poco absurdo, si se me permite tal intromisión en el relato, ya que es evidente que en este mundo nuestro también pasan cosas buenas, agradables, bellas y felices; y que tener una mirada positiva no disminuye nuestro nivel intelectual.
(2) (2) Nunca he entendido muy bien esto puesto que, en realidad, los seres humanos estamos cambiando continuamente, queramos o no queramos, ya que, tanto las personas que conocemos a lo largo de nuestra vida como las circunstancias que vivimos influyen en nuestra forma de pensar y de ser. Yo creo que tanto el cambio involuntario como el voluntario existen, lo único es que cambiar voluntariamente es mucho más cansado y costoso y no todo el mundo está dispuesto a trabajar en ello… ¡Qué seria que me he puesto! Ejem…
Chau Pesimismo
Mario Benedetti
Ya sos mayor de edad
tengo que despedirte
pesimismo
años que te preparo el desayuno
que vigilo tu tos de mal agüero
y te tomo la fiebre
que trato de narrarte pormenores
del pasado mediato
convencerte de que en el fondo somos
gallardos y leales
y también que al mal tiempo buena cara
pero como si nada
seguís malhumorado arisco e insociable
y te repantigás en la avería
como si fuese una butaca pullman
se te ve la fruición por el malogro
tu viejo idilio con la mala sombra
tu manía de orar junto a las ruinas
tu goce ante el desastre inesperado
claro que voy a despedirte
no sé por qué no lo hice antes
será porque tenés tu propio método
de hacerte necesario
y a uno lo deja triste tu tristeza
amargo tu amargura
alarmista tu alarma
ya sé vas a decirme no hay motivos
para la euforia y las celebraciones
y claro cuandonó tenés razón
pero es tan boba tu razón tan obvia
tan remendada y remedada
tan igualita al pálpito
que enseguida se vuelve sinrazón
ya sos mayor de edad
chau pesimismo
y por favor andate despacito
sin despertar al monstruo.
P.S.: A ver… por donde comienzo. Ejem… Por el principio dice alguien…. Mira que es original… Ja… En fin, allá vamos. El principio es: dar las gracias a TNF25 (Yo prefiero llamarte Antonio ¿te importa?) por haberme concedido los siguientes premios que están a punto de tirarme abajo la repisa que me regaló Mario: El Premio Arte y Pico, Premio Nos Une la Amistad y el más importante de todos los que me entrega, el más especial para mí: TNF MÁXIMA AWARD 2008.
En segundo lugar, agradecer al equipo que realiza la revista “La Tregua” que se haya “atrevido” a publicar uno de mis relatos. Si no me equivoco es Tradición que publiqué en este blog el 22/02/08.
Y, por último, notificar que han seleccionado mi relato Círculo para ser publicado en el libro “A contrarreloj II” de la Editorial Hipálage (junto con muchísimos más, entre ellos Nani gracias a la cual me enteré del hecho que si no, sigo en las nubes…). Hace un tiempo me presenté al concurso de microrrelatos que convocaba esta editorial y, si bien no gané, al menos me han tenido en cuenta para esto lo cual supone una pequeña (¿gran?) satisfacción.
Y… y… ya vale… :D
¡¡¡siiiii enhorabuena Nanny!!!! ya tengo ganas de tener entre mis manos esa revista, que huela a revista y haga de mis ojos el más preciado sentido cuando esté leyéndola...,lo mismo nos encontramos en las páginas...jejeje
ResponderEliminarEnhorabuena también por la publicación, mi madre y tú estais hechas unas artistazas ¡cuánto me queda que aprender! a ver si mis exámenes se acaban rápido que tengo mono de leer algo que no sean apuntes...
muuuchos besitos desde el Sur
Enhorabuena Nani, si es que se veía venir. Las cosas terminan cayendo por su peso.
ResponderEliminarBesitos a puñaos¡¡¡
Felicitaciones por la publicación de "Círculos", a mi particularmente me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarfelicidades!!!! felicidades!!!! felicidades!!!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te hayas decidido a sacar tus relatos a la luz. Tú vales mucho.
ResponderEliminarYa te lo he explicado muchas veces, pero una vez más: yo no sé escribir ficción, así que escribo de lo que me preocupa. Eso no significa que no sea feliz. Precisamente porque he encontrado en mi vida la armonía, intento explicarles a los demás mi punto de vista sobre lo que podría mejorarse. Un beso.
Hola guapa!
ResponderEliminarMuchisimas felicidades por todas tus alegrias. A todos los que te leemos no alegra lo bueno que te pasa.
Sobre el relato, me ha gustado muchisimo. Puede que tuviera mi momento pesimista, pero como el protagonista prefiero que la vida me sorprenda y disfrutar de todo lo que ofrece.
Un besico, muac!
Pues mis enhorabuenas por los premios y las publicaciones... No demasiado grandes porque entre premios y felictaciones la repisa creo que va a dar de sí prontamente.
ResponderEliminarDe lo otro... No sé, la verdad es que optimismo nunca se me ha dado bien que digamos... Vamos que el pesimismo es casi mi opción de vida... Sólo que hay una gregado, porque en esto de ser animalito fantástico está el saber que no hay esperanzas, pero también el actuar para construirlas.
Felicidades, de nuevo
Publicaciones? Pero Nanny! Eres grande! Pues siguiendo la estela de don Óptimo, te pronostico un futuro excelente y cuando seas famosa, que lo serás, no te olvides de nosotros!
ResponderEliminarUn beso enorme y enhorabuena!
Madre mía, cuántas cosas... a ver, vamos por partes, como decía Jack el destripador:
ResponderEliminarGiles de éstos, de los que ven siempre la botella medio vacía hay muchos, demasiados, y es su visión pesimista la que vacía cada vez más la botella, porque la manera de encarar la vida le pone liquidillo a la cosa.
Felicidades por ese otro premio que ya no te cabe en tu estante, te veo acumulándolos ya bajo la cama y dentro del ropero. Qué mujer... se lo lleva tó.
Más felicidades por la publicación en soporte papel de ese relato. Eso sí que es un lujazo, enhorabuena, te lo mereces sin duda, cuentista. :)
Nanny, ¡cuanto cuesta a veces aprender a ser feliz!, pero estoy contigo, creo que la personas podemos cambiar si nos lo proponemos, claro que yo también soy una ilusa..., pero no me importa
ResponderEliminar...y MUCHASSSSSS, MUCHÍSIMAS FELICIDADES POR TODOS TUS PREMIOS Y PUBLICACIONES. ¡TE LOS MERECES TODOS Y LOS TIENEN QUE LLEGAR AÚN!
Muchos besicos
Si escribes como una diosa, ¿como no van a darte premios? :p
ResponderEliminarfelicidaes...La verdad que me alegro, porque este pais necesita buenas plumas, sobre todo escritoras femeninas, que ya esta bien que la mayoria de lo que hay en las bibliotecas son de escritores masculinos...a ver si te animas y publicas un libro!!
ResponderEliminar¡¡¡Enhorabuenaaaaaaaaaaaaaa!!! No veas la ilusión que me ha hecho lo del libro. ¡¡Hip hip huuurraaaaaaaaaaaa!! ^_^
ResponderEliminarBesotes guapísimaaaaaaaaaaaa
Ayssss Nanny!!! Qué maravilla!!! Enhorabuena, me alegro muchísimo por ti!!!
ResponderEliminarY, en cuanto al relato de hoy. ¿Qué decir...? Que hay que estar alegres y que la vida es para disfrutarla, así que a mí me gusta más ser feliz y un poco menos lista!!! :D
Un besazooo
Ante todo, Felicidades!! por estos logros. Cómo me gustaría publicar algo, pero como vos siemrpe ando en las nubes y no me entero de nada.
ResponderEliminarMe gustó mucho este relato. Creo que todos cuando estamos en un momento de felicidad tenems algo del Sr Gil y pensamos q alo mala va a pasar.
Síiiiiiiiiiiiiiiii, síiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, TOOOOOOMAAAAAAA TOOOOOOOMAAAAAA TOOOOOOOOMAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!
ResponderEliminarNiñaaaaaaaa, tú vales muuuuuchoooooo!!!!!!!!!
Besazos y enhorabuenas a porrillo!!!!!!!!!!
Muchas felicidades. Ya el siguiente paso tiene que ser publicar un libro entero de relatos tuyos. Y que te den muchos ejemplares para que nos puedas regalar uno a cada uno de tus lectores blogueros; vete pensando la dedicatoria que me vas a poner. Un beso.
ResponderEliminarFelicidades por esa estupenda noticia...
ResponderEliminarEsto de codearme con escritoras... lo mismo se me pega algo...
un beso enorme... ahhh, ¿sabes? este acontecimiento, la publicación, ya fue anunciada por algún profeta pesimista hace muchos años...
http://unahijadeputaconclase.blogspot.com/2008/05/chiste.html
ResponderEliminarEnhorabuena por la selección de tu relato. Me alegro de que el pesimismo de Arteaga no vaya con tus cosas. Saludos.
ResponderEliminarCoño! qué de novedades y yo en mi inframundo perdiéndomelas Veci!
ResponderEliminarENHORABUENAS
Estoy más ancha que una gallina oronda!!!
(A ver si ahora que te haces famosa y publicada cambias las pastas rancias del café por pastelitos de los buenos )
Besitos
"Aprender a ser feliz"... meditaré sobre eso... largo y tendido (tendido medito mejor). El relato: bueno.
ResponderEliminarRespecto a lo de la revista "La Tregua" y lo de publicar en el libro, que quieres que te diga, normal, natural, lógico... Cuando alguien escribe como lo haces tu esas cosas tienen que venir de forma progresiva. Darte mi enhorabuena y que mañana viernes iré a celebrarlo (sólo bebo agua, pero me voy a hinchar).
De verdad, que como fans tuyo que soy, me alegro una barbaridad.
Besos
De vez en cuando la vida misma es optimista, hasta que la muerte saborea el agrio olor del tuétano cocido.
ResponderEliminarMi optimismo es basto e irregular, por lo general sonrío y en particular me deprimo, claro, siempre en lo oscurito, no vaya a ser verdad eso que uste dice y la profeta, este caso, no sea Gil Arteaga.
Bueno pues este relato es buenisimo...hay que cambiarnos el traje de vez en vez, por cierto el de la niebla wow!! TEMBLE..por otro lado...Antonio esta bien (vamos que me viene funcionando el nombre bien de hace años) y gracias por valorar el premio...y felicidades por las publicaciones!!!
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