martes, 14 de noviembre de 2023

Miedo


El pequeño se aferra a su madre, aterrorizado. Hace días que su casa ya  no parece su casa. Se ha llenado de ruidos, pasos furtivos, susurros a veces lejanos, a veces muy cercanos, puertas que se abren y cierran solas. Lo que era un hogar seguro se ha transformado en una pesadilla.

La madre abraza al pequeño, lo arrulla entre sus brazos, acaricia su cabello e intenta calmarlo, mientras, insegura, mira hacia todos lados.

—No llores, no te asustes, no va a pasar nada. Nada te va a hacer daño. No pueden. Ya verás como acaban por marcharse.

Y mientras le sigue meciendo, le canta una nana.


En el salón, la familia reunida, oye una voz que entona una nana. Lejana. De ultratumba. Y un escalofrío recorre sus espaldas. Desde que se mudaron no cesan los sonidos de llantos, los susurros, y esa aterradora nana. Tal vez, piensan cada vez más a menudo, es cierto lo que nos contaron sobre los fantasmas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...