martes, 7 de noviembre de 2023

Eso


No necesitas girarte para saber que está detrás de ti. 

Escuchas su estertòrea respiración.

Los vellos de tu nuca se erizan.

Sabes que se aproxima y la huida es imposible. 

Ya puedes oler su pútrido aliento.

Tu corazón se acelera.

Tragas saliva con sabor a miedo.

Está justo en tu espalda. Lo sientes, lo sabes.

Notas unas manos, huesudas y frías, reptar hasta tus hombros.

Te lanza al suelo y al fin lo ves justo un instante antes de que comience a desgarrar.

Tus gritos parecen durar una eternidad, pero, al fin, piadosamentr, todos tus sentidos se apagan.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...