Cansado de huir se sentó al borde del camino; jadeante y sediento, sentía que no sería capaz de dar ni un solo paso más. La negra figura se aproximaba a él, lentamente, con displicencia. Sentía a su presa segura y se deleitaba en esos momentos previos a su triunfo. El hombre ya no quería luchar, ya no deseaba escapar ni resistirse. Estaba agotado y dispuesto a rendirse.
El momento se acercaba. La temible sombra estaba cada vez más cerca. Aunque no pudiera verle la cara, percibía la sonrisa que curvaba sus labios; la figura emanaba un indudable aire de satisfacción contenida y de triunfo anticipado.
Cuatro pasos, quizás cinco, y caería en sus garras.
Se hundiría en su negro abrazo y daría por finalizada toda lucha.
Cuando la silueta formada de tinieblas estaba a punto de hacerlo suyo, cuando la rendición estaba a punto de producirse, cuando el fin parecía ya inevitable, apareció Ella.
El hombre más que verla, la percibió con el rabillo del ojo.
Fue un simple revoloteo de cabellos negros. Un leve atisbo de unos labios sonrosados y una piel como la nieve. Fue un suave aleteo de gasa verde. Un dulce aroma a almendros en flor. Y una voz cantarina que, susurrando, le dijo:
- ¡Ven conmigo!
Nunca hubiera imaginado que se pudiera ver tanto con el rabillo del ojo.
De pronto desapareció el cansancio y la sed. Desapareció el deseo de hundirse en los brazos del oscuro personaje que, hasta hacía un momento, avanzaba hacia él y que, al percatarse de la presencia femenina, se había detenido entre perplejo y atónito.
Se levantó de un salto y, apartando con un empellón a su perseguidor, salió corriendo tras la hermosa mujer que aún continuaba pidiéndole:
- ¡Ven conmigo! Ven…
Y corrió tras ella alegre y confiado. Lleno de vida. Anhelante.
Su sombrío cazador iba quedando atrás. Aún confuso. Todavía estupefacto.
Mientras, él corría y corría tras su bella salvadora, preguntándole a gritos:
- ¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre?
Ella se detuvo un instante, se giró hacia el hombre y le respondió:
- Me llaman Esperanza.
Le hizo un guiño coqueto y, entre risas se giró para continuar corriendo, avanzando siempre, siempre hacia delante.
Él la siguió con una sonrisa y sin más preguntas.
Y pronto olvidó que había estado a punto de dejarse abrazar por las ávidas zarpas de la Desesperación.
Lo has puesto tal como es, brillante y lleno de esperanza…o será que lo he leído en el momento correcto…
ResponderEliminarPrecioso Nanny y además me ha gustado mucho como has llamado al perseguidor, mientras te leía le había puesto otro nombre más feo, (mi tendencia pesimista había aflorado) De veras, me ha encantado.
ResponderEliminarAh, ya tienes respuesta de mis vecinos.
Besicos preciosa
Muy bueno nena!!!!!! Me ha encantado, como siempre!!
ResponderEliminarSiento no poder pasar más a menudo
Un beso guapa
No se porqué, tu texto me ha recordado a una canción que decía:
ResponderEliminar"Y el cielo se ilumino con su sonrisa
las estrellas parecian brillar mas
aun recuerdo el fulgor de su mirada
sus palabras no olvidare jamas
Chico hay delante esta la libertad"
En fin, yo y mi música...
Por cierto, la primera mitad de tu historia me ha recordado a la primera mitad de cierta historia que escribí solo que contada de forma muchisimo más retorica que la mía :P
Y Espe no iba vestida de verde? aparte que dicen que es su color.. es q tb me encanta el verde ;P
Besos!
Pues de esperanza y desesperación, lo sabes (lo hemos comentdo) conozco yo un poco...
ResponderEliminarQué quieres que te diga... El cuento me ha gustado lo suyo
...simplemente genial, una alegoría perfecta y un relato emocionante, Como todos tus escritos.
ResponderEliminarUn besazooooooo
Lo has descrito tan real, tan como es, tan como lo he vivido, que he vuelto a revivirlo, con su consiguiente carga de tristeza y su dosis de melancolía... yo soy así.
ResponderEliminarSinceramente espero que lo hayas clavado de oido, por que no deseo que hayas sentido nunca una desesperación así, tal cual.
A veces la esperanza es el propio instinto de supervivencia, o la propìa tozudez en seguir resistiendo a pesar de todo, a pesar de todos.
Tu relatos, tus historias me hacen sentir, me emocionan, lloro, río... ese es mi premio para ti (humilde premio para tanto talento). Gracias por escribir.
steve
Siempre hay algo que nos ayuda a seguir adelante... Y nunca tenemos que dejar de hacerlo.
ResponderEliminarMuy bonito.
Un besazooo
Antonio F.: Dejémoslo que lo has leído en el momento oportuno ;)
ResponderEliminarNani: Imagino quién pensabas que era ese personaje encapuchado, es lógico que lo creyeras :). En un rato me paso a ver a esos vecinos tuyos ;)
Ishtarb: Tú, tranquila, pasa cuando puedas.
erMoya: Me has dejado intrigada, no sé a qué relato tuyo te recuerda, tendrás que decírmelo para comparar :) Por cierto, sí que va vestida de verde y, aunque no lo digo tal cual, sí dejo alguna pista en esta frase: "Fue un suave aleteo de gasa verde."
Necio-Hutopo: Estaba convencida de que este cuentito te iba a llegar especialmente a ti. Algo te voy conociendo :)
Ambrossia: Gracias, niña (¿algún día podré volver a reunirme con la panda de locos esos que andan por la red? Espero que sí. Eso sí, la última vez que lo intenté no encontré a nadie :D)
Steve: A ver, dos cosas: Primero que me temo que no he clavado esto de oído. Hay sentimientos que conozco muy bien (aunque no lo parezca). Y segundo que no sé cómo agradecerte estas palabras que me dedicas; no hay premio mejor, te lo aseguro. Ese sí que merecería ser expuesto en una gran repisa.
Acoolgirl: Siempre hay algo pero muchas veces cuesta mucho encontrarlo.
Preciosa alegoria, me ha encantado
ResponderEliminarLa esperanza, hermosa musa que acompaña a la paz...
ResponderEliminarEs increíble cómo plasmas una idea tan sencilla como encontrar la esperanza de un forma tan bella. Personificas los sentimientos y logras que los veamos.
ResponderEliminarFantástica, Nanny. Grande.
Muchos besos :*
Me ha gustado mucho esta entrada :)
ResponderEliminarPues a mi la historia me ha recordado un chiste un tanto hortera y malo que me han contado ultimamente:
ResponderEliminarUn tio que se tira por la azotea del edificio y va gritando en la caida:
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
y en mitad de la caida ve por una ventana del edificio a una mujer desnudandose y dice ese: -aihgg ( tippico de obrero..)
Ahí, sin perder la vitalidad hasta el final..jajajajaj
Supongo que siempre hay que luchar y luchar contra la desesperacion es aveces la prueba mas dura
Muy bonito lo leí dos veces, yo también sigo a Esperanza desde hace mucho esperando mi pensión.
ResponderEliminarA Esperanza, la tenemos, entre todos, acosaíta.
ResponderEliminarMirar hacia adelante.... es complicado pero es lo más fructífero...
ResponderEliminarMarea@
Espero que no nos falte nunca la esperanza y que llegue a tiempo para rescatarnos. Un beso.
ResponderEliminarDesesperación, conocida en clínica como Depresión.
ResponderEliminarSuerte tiene quien se encuentra con Esperanza...
Pero Ellas sólo toman en sus brazos a quienes se dejan, en el primer caso, y a quienes la buscan, en el segundo.
(Creo yo, aunque tampoco estoy muy segura)
Frente a los brazos desesperanzados siempre está una caricia de esperanza. Tú la has descrito con el alma. Bicos
ResponderEliminarEspeeranza es esa hada cuya varita magica da ilusion y alegria
ResponderEliminarNo sé como lo consigues pero siempre acabo emocionado!
ResponderEliminar¡Me alegra ver que aún sigues en forma!
ResponderEliminarY por favor, no dejes de hacer unos textos tan magníficos ;)
BESAZOS
Parece que todos hallamos caído alguna vez en los brazos de la desesperación, cuando la esperanza la tratas tan buena (lo es) y tan difícil que se nos hace encontrarla algunas veces...esta bien saber donde está el camino y salir corriendo de la desesperación. Muy bien tratado. Saludettes!
ResponderEliminarTrazo.
ResponderEliminarEs precioso, como tú dices, una alegoría muy bella.
ResponderEliminarBesotes