martes, 19 de enero de 2010

Menestra de historias

El perezoso


Era Agapito Angulo hombre tan perezoso y dormilón que el día del Juicio Final ni oyó las trompetas de los ángeles, ni los cascos de los caballos de los Cuatro Jinetes, ni se enteró cuando su nombre fue pronunciado con voz de trueno para ser juzgado.


Enviaron a un ángel a buscarlo pero ni trompeteando en su oreja Agapito despertó. Ni truenos, ni gritos, ni milagros despertaban a Agapito. Se perdió tanto tiempo intentando sacarlo de su sueño que, finalmente, se decidió darlo por imposible y continuar con el Juicio Final.


Es por eso que, ahora, Agapito es el único habitante vivo de la Tierra.




Puntual impuntualidad


Primero fue su despertador. Luego gran reloj del bisabuelo que marcaba lentamente las horas en el salón. Luego los relojes de todos sus aparatos electrónicos. Hasta el cronómetro del microondas comenzó a atrasar. Finalmente, le llegó el turno al reloj de su teléfono móvil y a su reloj de pulsera.


Durante semanas llegó tarde a sus citas más importantes... incluidas las que tenía con su asesino que, tras varias horas de espera en diversos lugares de la ciudad, decidió dejar de intentar matarlo.


Ese día todos sus relojes volvieron a funcionar correctamente.


Nunca sabrá que ellos le salvaron la vida.


Reyes Magos


El pequeño Pablito dejó de creer en los Reyes Magos la noche en que lo despertaron unos ruidos en el salón y descubrió a sus Majestades guardando en sus sacos todos los regalos.


Nadie pudo convencerle de que aquellos tres señores eran unos ladrones y no los auténticos Reyes Magos.


Desde aquel día Pablito es un furibundo defensor de la república.



Historias de terror


Llegó un momento en que los personajes de aquel famosísimo autor de historias de terror acabaron hartos. Hartos de ser degollados, torturados, desmembrados, desgarrados, devorados, desangrados, destripados, decapitados, engullidos, masticados, asfixiados, ahogados y otras muchas cosas más. Estaban hartos, en fin, de morir de las maneras más atroces que una mente humana pudiera concebir.


Querían venganza.


Querían tener su parte en la diversión.


Por eso, en ese momento, estaban llevando al famosísimo autor de historias de terror de visita por todos sus libros. Y, en cada uno de ellos, lo conducían hasta monstruo de turno y lo dejaban un rato a solas con él.


Al fin y al cabo es bueno que un escritor conozca algunas experiencias de primera mano.




16 comentarios:

  1. Buen popurri. Me identifico con agapito... Durmiendo no me entero ni de timbres, ni de teléfonos....

    Un saludo y sigue siempre con la originalidad de siempre

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  2. Qué tía Nanny.
    Eres genial.
    Creo que me voy a quedar tus historias si tu me lo permites y guardármelas en una carpeta para poder contarlas.
    Son preciosas.

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  3. Nanny qué maravilla de mini relatos....Me gusta cómo escribes...como describes...Besos

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  4. Más que menestra, yo lo llamaría como ir de tapas. "Póngame una caña y tres historias cortas de Nanny. Una que sea de miedo, por favor".

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  5. Juas ...el de los Reyes Magos me encanta.

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  6. Me han gustado mucho todas las historias, pero la que más, la de terror, ya sabes que siento debilidad por ese mundillo ^_^

    Besotessssssssss

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  7. ¡Qué buenos! Me han encantado todos.

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  8. Ingenio: esa cosa que te afanas en explotar. Realmente le tienes muy aprovechado, tanto que, tal vez, se ponga en huelga de neuronas caídas. Depende de cómo le retribuyas...

    Gracias por tus relatos, amiga.

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  9. Qué imaginación tan fértil. Qué envidia me das. Un beso.

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  10. Como no podía ser de otra manera, me han encantado todos! Pero en especial el de la impuntualidad ^^

    Besicos!

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  11. Oscura: Yo también me identifico con Agapito o, más bien me identificaba, porque, no sé por qué, desde que nació la niña tengo el sueño de lo más ligero :D (A ver si puedo pasarme por tu blog de una vez).

    Tecla: Sabes que tienes permiso para guardar en esa carpeta tuya lo que te apetezca :)

    WinnieO: Muchas, muchísimas gracias :)

    Kotinussa: Pues tienes razón, ahora que lo has dicho le va mejor lo de tapas que lo de menestra; pero, bueno, si has disfrutado da igual el nombre :D

    Tesa Mmmm... si será porque vas a ser tú republicanilla :D

    Patri: Sé que te encanta el terror por eso sé que cada vez que pongo alguna historia de esas tú vas a disfrutarla como una enana :D

    Lalaith: Muchísimas gracias :)

    Emilio Huy, ya se ponen de huelga las musas de vez en cuando, no creas. Y me tienen buscando inspiración por todas partes. Pero, de momento, se ve que algo de aprecio me tienen porque siempre vuelven... Y espero que sigan así :D (Te debo visita que sé que tienes actualización y aún no lo he leído).

    Susana: Muchas gracias :)

    Martha: Me encanta que te encante ;D Muchas gracias.

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  12. wow!!! y es que no se cual me gusto mas de todos!!! quiero robarme tu inspiración uno de estos días!!!

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  13. Tengo mucho de Agapito, pero también de puntual - impuntualidad. Cuando cuidaba a mi abuela en el hospital, llegué impuntual al medio día, por suerte... Por qué segundos antes había fallecido su compañera de habitación.

    Según mi abuela fue algo muy triste, ver a toda la familia reunida allí, en torno a la cama. Ufs!..
    Mi abuela esta muy mal emocionalmente, en ese momento...

    Un abrazo gigante, siempre
    es un privilegio leerte.

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  14. Como siempre tus relatos me parecen fantásticos y disfruto con su lectura. Y sí, creo que yo también me perdería el juicio final como agapito....jjje
    Un besazo wuapaaaaaaa

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  15. Casi siempre me pasa lo mismo cuando te leo. Empiezo esbozando una sonrisa. Me ha ocurrido cuando el nombre de Agapito fue pronunciado con voz de trueno -siempre imaginé ese timbre de voz para el Juicio Final; es genial-

    Luego la sonrisa se va ampliando, por ejemplo, con la ternura del texto de los relojes.....

    Hasta que llego a la carcajada....Esta vez ha sido sonora con Pablito el republicano......

    Tienes una vena entre literaria, humorística, tierna y original asombrosa¡¡¡¡¡ Gracias.....

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  16. ¡Qué fertilidad! Tienes sobreexplotadas a las musas. Besos.

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Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

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