Y pasó la Navidad. Y pasaron los Reyes. Y entre restos de papeles, cartones, espumillón y roscones, vamos pasando la resaca y regresando, poquito a poco, a nuestra vida cotidiana, a esa que -afortunadamente para los más convencidos ecologistas - carece de lucecitas callejeras (a menos, claro, que vivas en un lugar con tradición carnavalera donde suelen aprovecharse para estas fiestas), sin enormes comilonas -afortunadamente para nuestros estómagos y sin regalos -afortunadamente para nuestros bolsillos-. Y aquí vuelvo yo, dispuesta a seguir contando estas cosas mías y a compartirlas con todos los que quieran hacerlo. Espero que los Reyes se hayan portado estupendamente con todos y que, incluso aquellos que saben que merecerían un buen saco de carbón, hayan recibido regalos y el amor que ellos expresan.
Aprovecho para dar las gracias a Goloso que ha tenido la gentileza de dedicarme una maravillosa y sonrojante crítica en su blog LA BLOGOSERÍA (El blog de los golosos de los blogs). Si alguien tiene curiosidad, que se acerque a este post y lea las cosas que dice... (una también tiene derecho a chulear un poquito ¿no? ;). Hale, ahora sí, doy paso a mi post de hoy.
Invierno
Esta mañana, al abrir la puerta, me encontré con el Sr. Invierno recién llegado a la ciudad. Buenos días, le dije. Buenos días tenga usted, él me respondió.
Venía, como cada año, a invitarme a pasear y a charlar.
El Sr. Invierno es alto y delgado. Afilado, casi puntiagudo y muy atildado. Es muy friolero por eso viste siempre, como mínimo, con quince abrigos, diez bufandas, cinco gorras, varios pares de guantes, ocho calcetines y sólo usa un par de botas porque si se pone más, anda como un pato.
El Sr. Invierno es bastante taciturno, reservado, circunspecto... Vamos, que es muy callado. Y hay quien piensa que es seco, adusto y bastante agrio. Él se queja, es normal, de que nadie parece quererle, de que todos le vienen a protestar, que si hace mucho frío, que si no se puede ver el sol, que si las flores, que si las plantas, que cuando vuelve el calor...
Y yo dejo que proteste porque no tiene con quien hablar. Y lo dejo que se queje porque no tiene con quien charlar.
Y me cuenta que todo el mundo le pregunta por la primavera y todos suspiran por ella: -¡Ay, cuándo llegará!- y el pobre no lo comprende porque a él, el invierno, le parece, ella, la primavera, una cabeza a pájaros sin un gramo de seriedad.
Y con el verano -se lamenta- ya es una locura: que si el sol, que si la playa, que si los helados, que si la alegría... ¡menuda chaladura! Y el pobre no lo comprende porque a él, el invierno, le parece él, el verano, un cabeza loca sin un gramo de formalidad.
Hasta al otoño, su hermano más cercano, me cuenta, lo prefieren antes que a él. Porque dicen que es romántico, bufa desdeñoso, y nostálgico y... otras zarandajas. Y el pobre no lo comprende porque a él, el invierno, le parece que él, el otoño, un cabeza loca sin un gramo de gravedad.
Y yo dejo que proteste porque no tiene con quien hablar. Y lo dejo que se queje porque no tiene con quien charlar.
Y seguimos paseando mientras él se sigue lamentando sin parar. En el fondo, es su modo de disfrutar. Y poquito a poquito, pasito a pasito, a casa regresamos charlando sin parar.
Llegamos a casa, sirvo un chocolate bien caliente y el Sr. Invierno, da un suspiro satisfecho y guarda silencio. No se quita ni abrigos, ni bufandas, ni guantes ni nada, es muy friolero. Sentado cerca del radiador me pide una manta y contempla con aire tristón la nieve que cae en el exterior.
Es un poco huraño el Sr. Invierno, un tanto taciturno, algo melancólico, y bastante quejicoso, no lo no voy a negar pero en cuanto le conoces -créeme, es la verdad- es bastante agradable sentarse en silencio junto al fuego mientras, allá afuera, el frío, la lluvia, el viento, la nieve, la niebla y el hielo llegan tras él.
Cuando la cae la noche el Sr. Invierno se despide porque su trabajo debe continuar. Buenas tardes, le digo, vuelva para Navidad. Buenas tardes, me responde, aquí estaré sin faltar.
Y, mientras cierro la puerta, y le veo marchar pienso en que me gusta el Invierno, no lo puedo evitar.
Llegó el Sr. Invierno, y los niños juegan en la nieve, contentos del paisaje albino y todos nos refugiamos bajo techo y encendemos estufas, chimeneas...al calor del hogar...dicen que uno es "feliz", cuando aprende a aceptar el invierno, primavera, verano y otoño o sea las 4 estaciones...Un simpático relato, amiga mía...ahí va una bola de nieve para ti...
ResponderEliminarSiguiendo en la línea:
ResponderEliminarY llegó el Sr Invierno y se encontró con Nanny Ogg
y juntos pasearon....hasta que se puso el sol...
Yo soy también más de invierno...déle saludos al Señor...mi querida Nanny Ogg.
Mi querida Nanny, no puedo evitar felicitarte por tan bello Post. Debo reconocer que sentí nostalgia y ya quiero que sea invierno(pese a que nosotros estamos en verano, pero parece más bien primavera - otoño).
ResponderEliminarInvierno es alto y delgado... Es muy friolero por eso viste siempre, como mínimo, con quince abrigos, diez bufandas, cinco gorras, varios pares de guantes, ocho calcetines y sólo usa un par de botas, ...Aaaah!, él tiene mucho de mi...
Continuando, con los otros comentarios, debo decir...
...Los inviernos son lluviosos, fríos, lentos, parece que nunca van acabar. Grises, melancólicos. Y ideal, para invernar...
Me daré una vuelta por ese blog que mencionas, ya sabes soy un tanto curiosa...
Mil cariños, que estés bien!!
Preciosa Alegria la que nos describe de esta fria estacion.Dale mis recuerdos al sr Invierno y dile que yo tambien pudo ir a pasear y charlar un ratito con el.
ResponderEliminarTodo lo que dice "Goloso", lo afirmo y lo corroboro, te mereces todas esos piropos y muchos más.
ResponderEliminarYa creo que vuelvo a poder comentar como hacía hace un añito de nada, ¡hay que ver como pasan los días!!!
Y como no, este relato me ha encantado. En vez de frío como cabe esperar del invierno, es cálido y hasta gracioso. Sabes hacer de tus relatos una gloria.
Besicos muchos guapa y feliz año nuevo para tí, tu enana y el papi de la enana.
Buena descripción, y entrañable, del señor invierno.
ResponderEliminarVerás este finde, según las predicciones, como se presenta de crudo y le acabamos de conocer.
Besitos
Cuando te encuentres de nuevo con el señor Invierno dile de mi parte que no haga caso a las malas lenguas, que él es el mejor.
ResponderEliminarLa primavera está loca y además trae las alergias. El verano nos promete muchas alegrías, pero luego nos quita las ganas de todo con sus rigores. El otoño nos engaña vilmente, hace que se nos olviden los inconvenientes del verano y nos instala en la mente un espejismo de felicidad pasada que se traduce en que nos sentimos desgraciados hasta el próximo verano.
El señor Invierno es el mejor. No engaña a nadie, cumple lo que promete y también trae cositas buenas.
Que placer leerte,parece que te estoy viendo pasear y tomar chocolate,con el Sr.Invierno.
ResponderEliminarUn beso preciosa
Nanny, mi irrealidad es otra, yo me voy con el Sr. Verano a disfrutar del sol, la playa, los tragos fríos y las noches cálidas. Hoy empiezo mis vacaciones y como me desconecto de todo te digo: nos "vemos" en febrero. Besos
ResponderEliminarEl invierno puede ser cálido, reconfortarnos por dentro a todos los que lo amamos y disfrutamos con él. Estupendo texto (como siempre).
ResponderEliminarQue el invierno y el resto de estaciones te proporcionen salud, paz y libertad. Besos.
Ande pues... De regreso a nuestras cotidianidades... Yo regreso después de unas no tan merecidas (pero disfrutadas) vacaciones...
ResponderEliminarYa te había yo dicho lo de FELIZ AÑO NUEVO?... Porque soy capaz de decirlo ahora... Aún con todo y el retraso...
Cada estación tiene su gracia. Lo triste sería que todo el año fuera igual, y todas las personas también.
ResponderEliminarEl invierno es entrañable y misterioso. Lleno de cuentos mágicos e historias inverosímiles al calor de la chimenea.
ResponderEliminarLástima que la caja tonta lo arrase todo.
Podían al menos habernos respetado las historias.
Pero de eso, no tiene la culpa el invierno.
Tu te encargarás de solucionarnos el problema.
Ya lo verás.
Con el señor invierno hemos topado!.... y no te negaré que tiene su encanto... especialmente si se está junto a un buen fuego y no se ha de salir de casa... a mi me da por invernar, ya sabes como a mi tortuga, baja la temperatura de mi riego sanguíneo, me anquiloso y ando mucho más lenta de lo normal, y es que yo prefiero al señor verano, a la señora primavera y si me apuras mucho hasta el viejo otoño... pero al invierno prefiero mirarlo tras los cristales.
ResponderEliminarUn besazo muy fuerte. Y espero que mañana sea un día muy especial para ti y que no dejes de sonreír .... tu ya sabes porque.... mas besossssssss
Hola preciosa! Vaya frío que tienen que estar pasando! Creo que me adelanto un poco... Si es así intentaré volver mañana.
ResponderEliminarUn beso muy grande y feliz año!
A mi también me gusta... Todo está bonito, se está muy agusto en casa y el chocolate calentito está riquísimo!! Jajaja!!
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado mucho de estas fiestas Nanny!!
Un besoteee
A mi también me gusta el invierno...bueno, en realidad me gustan todas las estaciones. A cada una le veo algo especial! ^^
ResponderEliminar1 besazo, guapa! Y precioso post!
Bueno, pues yo me hago desde ya amigo del Sr. Invierno , que en el particular me cae de lo mejor, me sienta bien vamos. Y regresar a lo cotidiano con el Sr. Invierno de la mano me sabe muy bien.
ResponderEliminarun abrazo enorme!
Y digo yo, que ya que conoces al invierno, podrías decirle de mi parte que me gustaría levantarme una mañana y al asomarme a la ventana ver un manto de nieve, ya sé que tal y como está el clima no queda mucho para eso pero es que este año estoy un poco tonta y me gustaría que pasara... ¿Podrías comentárselo? o_-
ResponderEliminarBesotesssssssssssss