Óscar exhaló su último suspiro… … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
… Y abrió los ojos en el brillantemente neblinoso más allá.
Se sentía feliz y preparado para transformarse en aquello que siempre había ansiado: un fantasma como Dios manda.
No tardó mucho (o quizás sí tardó mucho; en el más allá el concepto del tiempo es algo elástico) en averiguar que todo aquello que había aprendido en vida no le servía de nada.
Fue un señor bajito y con barba el encargado de informarle de que eso de ser fantasma no requería ni de apariciones teatrales, ni de paseos por castillos/casas/jardines/pueblos abandonados. Igualmente podía Óscar ir olvidándose de vaporosos sudarios, ruidosas cadenas, transparentes espectros, terroríficas psicofonías o asquerosos ectoplasmas. Nada, absolutamente nada de lo estudiado durante toda su vida servía en la “otra vida”. ¡Pobre Óscar, tanto estudiar para nada!
Pero eso no quería decir que no pudiera alcanzar su sueño. Tras informarle de lo que no era un fantasma, el señor barbudo pasó a explicarle lo que sí era un fantasma.
- Un fantasma – le dijo – no es ni más ni menos que un recuerdo. Serás un fantasma, por supuesto, pero sólo aparecerás en los sueños y en la memoria de quienes te aman y te recuerdan. Podrás hablarles, sin duda, pero sólo como una sombra onírica. Podrás estar a su lado, calmarles, animarles incluso pero siempre como una lejana remembranza y sólo mientras ellos te tengan en su corazón y en su mente. Aparecerás ante ellos con la imagen que mejor recuerden, hablarás con las palabras que más hayan calado en sus corazones. Y serás fantasma, espíritu o espectro mientras haya alguien que pueda recordarte, luego… bueno, luego volverás a morir, esta vez para siempre.
Y así fue. Óscar pudo visitar a familiares y amigos en sueños, se aproximaba a ellos siempre que alguien le recordaba. Les acompañó en cada celebración. Ser fantasma no era exactamente como él había imaginado pero, bueno, tampoco se quejaba.
Cuando, al fin, la última persona capaz de recordarle pasó del mundo terrenal al mundo fantasmal, Óscar recibió su segunda muerte con la misma placidez que la primera y, mientras se desvanecía suavemente en la brillante neblina del más allá, sonreía y se preguntaba si habría otra vida y otra muerte más allá...
Muy bonito Nanny este final. Espero que no te reten más y no te pindan que describa D. Fantasma, que hay en el más allá, jejejejeje.
ResponderEliminarBesicos guapa (espero que andes más relajada).
No me esperaba un final tan poéticamente justo, lo reconozco.
ResponderEliminarY será por eso que hay quien no muere nunca. Aunque para ello uno debe haber sembrado lo bastante en vida...
Vaya día que llevo!!! Se me mete algo en los ojos y mira como me pongo.
ResponderEliminarNanny, un final divino, celestial... me encantó, me emocionó, me caló muy dentro. Es exactamente lo que mi padre me dijo horas antes de morir, lo que siempre he creido de la muerte.
El exito de una persona en esta vida no se mide por la fortuna que haya podido amasar, sino en la cantidad de recuerdos que ha dejado en los demás.
Precioso, un beso.
P.D. No dejes nunca de deleitarnos con tus palabras. A veces son como agua para la sed del corazón.
Socorro Nanny! Pues mi vida está llena de fantasmas!
ResponderEliminarUn final precioso...
Besotes lindura!
Así mola, un fantasma discreto, nada de esos pesaos que no paran de manifestarse hasta en la tostada del desayuno y las manchas de humedad en la pared...
ResponderEliminar:)
maravilloso final! Pues ahora con esto convivire mas a gusto con mis fantasmas compartidos y con los particulares...
ResponderEliminarMe quedé como un bobo aplaudiendo frente al monitor. Increíble, Nanny, increíble.
ResponderEliminarNani: Pues yo espero lo mismo porque a ver qué me invento yo :D
ResponderEliminarCieso: Sinceramente, yo tampoco me esperaba este final porque yo es que nunca sé cómo acabarán mis historias hasta que acaban.
Steve: Esto es, también, lo que yo creo; lo creía antes y ahora más. Tienes razón, cuanto más (y mejores) recuerdos dejemos en los demás, más éxito habremos tenido. No es el dinero o el poder el que marca el triunfo, eso nos quieren hacer creer pero es mentira.
Zafferano: Tu vida y la de todos, me parece a mí. Pero tranquila estos fantasmas no son como los de las pelis de terror ;D
Tesa: ¿A que molan estos fantasmas? Vamos, mucho más que esos que van dando la turra toda la noche y nos dan sustos de muerte o lo dejan todo perdidito de ectoplasma... ;)
Antonio: Convive, convive con ellos, total, ni molestan... ;)
Christian: Muchas gracias, me vas a sonrojar y todo ;P
Un bonito final. Lástima que sus parientes no lo sepan. Un beso.
ResponderEliminarMi vida está llena de fantasmas, los sabes, de esos que son recuerdos y nostalgia...
ResponderEliminarDónde quedó el sombrero ese que nos quitábamos?
Pues sí, esos son los verdaderos y únicos fantasmas. Muy bonito. Un beso.
ResponderEliminarEso de legado... ¡Claro, ya caigo...! Testamento, legado... Bueno, que muy muy muy bueno.
ResponderEliminarMe gustaría hacerme pasar por más original, pero se me notaría.
Un saludo.
LOS SERES QUERIDOS NO MUEREN MIENTRAS LOS RECORDAMOS, SEGURO, PERVIVEN EN NUESTRA MEMORIA Y NUESTROS SENTIMIENTOS.
ResponderEliminarSALUDOS...
Hay que darle un Oscar a Óscar por su interpretación en "Vocación Final", jeje! Ahora tienes que hacer "Vocación Final (el Regreso)" o "Vocación Final (Reloaded)".
ResponderEliminarPues quiza si la haya, no??? Ahora que todos los que le recordaban van a ser fantasmas igual que el... quiza puedan disfrutar su segunda (o tercera vida) juntos.
ResponderEliminarUn besitooo
Nos gustaría trascender más allá del último que nos recuerde.
ResponderEliminar¿será por eso que escribimos?
Saludos.
A mí las cosas estas del más allá me dan un poco de repelús... Es algo que inevitablemente todos alcanzaremos, pero sabemos tan poco de ese "mundo"...
ResponderEliminarUn besote.
:D
ResponderEliminarMuy buena continuación-finalizado del cuento!!
Biennn...gano la opcion B!!..¡la mia! ¡la mia! ¡yo me compre ese boleto! :P
ResponderEliminarTotal y absolutamente genial, como todo lo que sale de la imaginación de esta señora con una capacidad sensacional de hilvanar palabras.
ResponderEliminarBesitos guapetona
No me gusta eso de vivir una y otra vez para morir una y otra vez. Qué repetitivo, ¿no? Al final seguro que dan ganas de invitar a la parca a unos churritos con chocolate antes de volver a pasar a la otra vida.
ResponderEliminarUn beso, guapa
Qué es un recuerdo?
ResponderEliminarNosotros somos energía y como ya sabes la energía ni se destruye ni desaparece, se transforma. Sólo falta saber en que nos transformamos una vez abandonado nuestro cuerpo.
Bicos.
¡¡¡Precioso, Nanny; conmovedor¡¡¡
ResponderEliminarAl final para ser buen fantasma o "buen lo que sea", primero hay que ser buena persona. ¡Y Oscar lo fue¡
¡Y tú también, Nanny¡ Si no, no contarías lo que escribes. Besos.
y yo que ando luchando contra mis fantasmas...
ResponderEliminaren fin, siempre me encantan tus relatos, me enganchan desde la primera letra :)
un besazo!
Jo. Cómo mola :_)
ResponderEliminarCuando piensas en alguien en concreto causa más efecto todavía.