Se volvió a la derecha... y nada.
Se volvió a la izquierda... y nada.
Se volvió boca abajo... y nada.
Se volvió boca arriba... y nada.
Dio vuelta a su almohada.
Se destapó.
Se volvió a tapar.
Se cubrió los ojos con las manos.
Se abrazó a su osito.
Se cantó una nana.
… Y nada.
Aura recordó que su mamá siempre le decía que contara ovejas y a ello se puso:
-Una oveja... Dos ovejas... Tres ovejas... ¡Eh, eh! - Aura gritaba a la tercera oveja que había decidido dar media vuelta y echar correr - ¡Eh, tú! ¿Dónde crees que vas?
La niña la siguió, la persiguió, corrió, casi galopó tras la oveja fugitiva.
Hasta que Aura se cansó y se sentó al borde de un camino de color rojo.
-Pues así no hay quien se duerma -pensó- tendré que contar otra cosa. Pero ¿qué?
Miró a la derecha, miró a la izquierda y, de pronto, a lo lejos, vio que se acercaba un curioso desfile. Aura contó:
- Un koala, dos ornitorrincos, tres wombats, cuatro canguros... ¡Eh, eh! - Aura gritaba a los cuatro canguros que habían decidido dar media vuelta y largarse saltando - ¡Eh, volved! ¡Así no os puedo contar bien!
La niña los siguió, los persiguió, corrió, casi galopó tras los canguros fugitivos.
Hasta que se dio cuenta de que no tenía por qué ir tras ellos y se sentó al borde de un camino de color azul.
-Nada, que esta noche no voy a dormir -pensó- ¿Qué otra cosa podré contar?
Miró a la izquierda, miró a la derecha, miró al frente y vio acercarse un curioso cortejo. Aura contó:
-Un duende, dos gnomos, tres hadas, cuatro brujas, cinco elfos, seis ogros, siete princesas, ocho príncipes, nueve magos, diez elfos... Esto de contar es muy aburrido – dijo Aura con un bostezo.
Siguió contemplando el fantástico desfile hasta que alguien la tomó de la mano y la animó a unirse a ellos.
Y entre risas, saltos y bailes se fue, siguiendo sus pasos, por el camino azul.
En el dormitorio de Aura, a la luz de la luna, el Hada del Sueño arropó a la niña, acarició sus párpados cerrados, sonrió ante su sonrisa y, silenciosamente, se marchó dejándola a solas con sus ovejas, sus wombats, sus hadas y sus elfos...
Babys First Lullaby - Schubert
¡Nanny el cuento infantil más bonito que he leido en muchísimo tiempo! ¡Es preciosooooooooooo! Me has dejado entusiasmada. Besos y gracias por algo tan lindo
ResponderEliminarPobrecita, qué cansancio, tanto contar...
ResponderEliminarMe estaba apeteciendo, como al Hada del Sueño, cogerla en bracitos y acunarla un poco.
Con lo monos que están cuando se duermen ...y lo bien que huelen, calentitos... ays
¡Qué bonito Nanny, me ha encantado!, si es que en el fondo soy una niña, solo que hace rato que ha pasado eso.
ResponderEliminarBesicos muchos guapa
Qué cuento tan bonito Nanny.
ResponderEliminarSi me das tu permiso me o llevo a mi archivo para enseñárselo a mi niña.
Es una maravilla.
Sencillamente maravilloso. He deseado ser niño para que una mama buena me contara este cuento mientras me arropaba y yo soplaba el flequillo a lo Marcelino para intentar ver bien su dulce rostro tras las cortinas del obstinado sueño.
ResponderEliminarDulzura en palabras
Que maravilla de cuento infantil. Es precioso, como siempre me inclino ante ti, encantadora de palabras, consigues encadenarlas todas a tus historias con un arte magistral.
ResponderEliminarBesitos guapetona
Fantástico :)
ResponderEliminarYo también quiero sueños como esos... Un beso.
ResponderEliminarDespués de tanto trote detrás de la oveja... Yo ya me hubiera quedado dormida... seguro!! xDD
ResponderEliminarUn besitooo
shhhh...que la nena duerme...
ResponderEliminarWinnieO: Encantada de que te haya gustado tanto. Gracias a ti por disfrutar con mis cosillas :)
ResponderEliminarTesa: La verdad es que la pobre trabajó lo suyo para poder dormirse :). Los niños, dormidos, son lo más encantador que existe... con ese aire de inocencia y con ese sueño sin preocupaciones, esas sonrisas y ese olor...
Nani: Gracias. Si ya sé yo que eres una niña grande. por eso disfrutas tanto con los cuentos y con tus diosecillos :D
Tecla: Tienes permiso para llevarte lo que te apetezca y si es para contárselo a tu niña, más todavía :)
Steve: Gracias, gracias, gracias :)
Barbie-funcionaria: Muchas gracias, perdida que hacía siglos que ni te veía. Y ahora resulta que estás en blogger... ¿desde cuándo estás en blogger? Ays, esas cosas se avisan... ¿o lo avisaste y no me enteré? No me extrañaría nada, nada :D
Lalaith: Gracias (Esto comienza a parecer el Día de Acción de Gracias :D).
Susana: Yo también los quiero pero me temo que están reservados a los más peques... o igual no ;)
Acoolgirl: Detrás de la oveja, detrás de los canguros, detrás del desfile... anda que no hizo ejercicio la pobre. Vamos,como para no dormirse :D
Tnf25: Shhhhh ;)
Me recordó cuando mi abuela, me mandaba a contar las ovejas en el campo. Al final era agotador... contarlas todas juntas, terminas equivocándote...
ResponderEliminarEs un bello relato que me hiso recordar mis días de infancia. Te agradesco mucho eso...
Besitos, que andes bien.
Yo espero estar mejor pronto...
Cariñoss!!
No soy escritor, ni un erudito de las letras pero me ha encantado el cuento e incluso he desfilado con los elfos... y ahora no hacer ruido que Aura duerme.... Un beso.
ResponderEliminarMUY TIERNO ¡¡¡ ME ENCANTO ...QUE BUENO UN POCO DE DULZURA BSS
ResponderEliminarjejeje, es que contar ovejas.... al precio que van!! casi es mejor contar peluches o contar calcetines. Esto del insomnio está cada día peor.
ResponderEliminar¡Qué bonito cuento y qué bonito blog!
ResponderEliminarSaludos desde México.
OH! Yo dejé un comentario!!!!
ResponderEliminarTe decía que se lo iba a enseñar a la Peque, porque me ha encantado, aunque siempre suene a lo mismo.
Así que me lo imprimí y al llegar a casa dije "A que no sabes lo que te he traido???" A lo que me respondieron "Un cuento de Nanny!"
Joder, menos mal que se pone contenta, porque me supo hasta mal que supiera la sorpresa... jajaja!!!
Un besín!