Luego llegó el sonido de las olas. Se despertaba con su estruendo en un día tormentoso. Se dormía con su arrullo tranquilizador. La música del oleaje iba tras él fuera donde fuera.
Hacía tiempo que la vida se le estaba haciendo cuesta arriba. El día a día lo aplastaba. Las obligaciones le pesaban. Su mujer le agobiaba. Su trabajo no le ofrecía ningún aliciente. Nada le satisfacía. Nada le llenaba. Nada le hacía feliz. El mundo le parecía cada vez más triste y no se sentía cercano a nada ni a nadie.
Y ahora, además, el mar le estaba llamando. Le cantaba día y noche, noche y día. El mar le murmuraba historias, le susurraba aventuras. El mar, su mar, le prometía libertad.
-No todos sirven para la vida real. Volverás. Nos batiremos de nuevo.
Por supuesto no le creyó; nadie en su sano juicio creería lo que le dijera su enemigo. Sin embargo ahí estaba ahora, con su vida real, su esposa real, su trabajo real, su despertador real, sus compañeros reales... y su deseo real de volver a su mundo y batirse en duelo con ese maldito.
Y mientras se decidía o no se decidía, el olor, el sonido y hasta el sabor del mar le perseguían a todas horas. La mar lo llamaba de nuevo a su lado. Casi podía sentir el crujir de los maderos de cubierta, el vaivén del barco al cabalgar sobre el oleaje, el mar rompiendo en la proa, los cantos y gritos de su tripulación.
Hasta el día en que no pudo más.
Meditabundo, llegó hasta la puerta de su casa. Cabizbajo, metió la llave en la cerradura. Y en ese preciso instante, su cabello se agitó con una brisa suave, percibió el aroma salobre del océano, escuchó el lejano romper de las olas y, sin darse cuenta, comenzó a entonar una vieja canción pirata.
Dejó su maletín ante la puerta y la llave en la cerradura. Dejó a su esposa esperando su regreso. Dejó su vida real y, sin despedirse de nada ni nadie, se fue en busca del mar.
Navegó alejándose todo lo que pudo de tierra y cuando se sintió lo bastante lejos, se detuvo, lanzó el ancla del barquichuelo que había alquilado y se sentó a esperar a su barco y a su tripulación.
Llegaron casi enseguida. Entre gritos y maldiciones recogieron a su capitán. Y rieron. Y bebieron ron.
Le devolvieron sus viejas ropas.
Le dieron noticias de su gran enemigo.
Lo último que le entragaron fue su brillante garfio.
Y, al ponérselo, por fin, el Capitán Hook volvió a sentirse un hombre pleno y feliz.
Lejos del mundo real.
Rumbo a Nunca Jamás.
Por fin.
Si es que..todas las historias nos hablan sempre de Peter, pero ¿qué sería Peter sin Hook?, que "los malos" también cuenta: tienen su corazoncito y sus sueños.
ResponderEliminarMe ha encantado este relato...creo que me embarco, si me dejan, entre la tripulación de Hook con mi cachorro de licantropro ( que ya sabe: sentarse y dar la pata...veras la que vamos a liar cuando aprenda "ataca")
algunos sabemos que el mundo real es menos real que nunca jamás, hook, barry, pan, wendy y yo, entre ellos
ResponderEliminarBeatriz: Yo pensé eso mismo: todos nos hablan de Peter y nadie se acuerda de ese gran personaje que es el Capitán Hook que, como tú dices, también tiene su corazoncito.
ResponderEliminarYa veo que, finalmente, conseguiste un cachorrillo de Zacarías, bueno, no me extraña con lo obtuso que es, ni se habrá dado cuenta, eso sí, espero que te salga más listo que el padre :D
Amor y libertad: Algunos lo sabemos... no muchos, pero sí algunos :)
De vez en cuando conviene alejarse del mundo real, y tus historias nos ayudan a hacerlo. Un beso.
ResponderEliminarAnda... Y yo que casi creía que la cosa era más con Moby Dick
ResponderEliminarMira qué bien, se acabó el pasar hambre.
ResponderEliminarFirmado: El cocodrilo
Vivir en una fantasía ¿es bueno?
ResponderEliminarun beso. Marea@
Que buen relato, nos hace imaginar lo que la mente humana, puede llegar a desarrollar y percibir cuan lejos estemos de la realidad.
ResponderEliminarCada detalle de tu naración, lo hace ser especial. Yo no tengo mar, solo lago.
Un abrazo!
Susana: Cierto, de vez en cuando es hasta sano alejarse de la realidad y escapar al mundo de la fantasía... Gracias por creer que yo ayudo a ello :)
ResponderEliminarNecio Hutopo: Mmmmm... hasta a mí me cuesta imaginarme a Moby Dick con corbata y maletín pero, vaya, se puede intentar ¿eh? :D
Cieso: Estimado Sr. Cocodrilo: Hay que ver que es usted tenaz y pelín obsesivo, con la de años que han pasado y usted erre que erre detrás del Capitán Hook. ¿De verdad es tan sabroso? En fin, que yo que usted me haría mirar esa obsesión. De todas formas, que sepa que su persecución no empaña en absoluto el triunfal regreso de nuestro amado capitán. Firmado: el Sr. Smith.
Mare@: Vivir en una fantasía es bueno si eres un personaje de fantasía... si no, no. Pero escapar de vez en cuando a una fantasía es buenísimo :)
Saqysay: Un lago no tiene por qué ser "sólo un lago", un lago puede ser más grande aún que un mar... todo depende de nuestra fantasía :D
AAAAAAAAAY! Qué bonito! pero qué le pasó, una amnesia temporal acaso? menos mal que el mar lo llamó, que si no...
ResponderEliminarOye, lo del despertador real me llegó al alma! Se parece al mío..
Besotes,sé que tengo mucho atrasado por leer, pero es que las vicisitudes de la vida son así... A ver si antes o después me pongo al día!
En Nunca Jamás terminamos todos, no queda otra.
ResponderEliminar¿Quién puede vivir sin fantasía?
Hola, paso a recorrer tu espacio.
ResponderEliminarTe abrazo desde Buenos Aires.
MentesSueltas
Hola! bueno genial esta parte de la vida de Nunca Jamas, Mira como tambien Hook quizo un dia ser real, pero bah! es que cuandoi se es pirata y mas de cuento uno no puede negarse a su lugar de origen..abrazos!!!
ResponderEliminarAl final somos lo que somos, no?? No podemos ocultarlo ni engañarnos a nosotros mismos.
ResponderEliminarUn besitooo
Zafferano: No mujer, no, lo que le pasó fue que le dio un "ataque de realidad" y el muy tonto se quiso venir a probar cómo era este mundo nuestro; ya sabes aquello del cesped que parece más verde en el jardín de al lado (que digo yo que será porque lo cuidan mejor...). Pues eso, que se pensó que esto sería más divertido y ya ves, al final, se cansó.
ResponderEliminarAh, lamentablemente mi despertador también es de lo más real... cachislamar :D
Tesa: Yo creo que nadie pero, oye, hay gente que parece que no la soporta... o eso dicen.
MentesSueltas: Encantada de tenerte por aquí y espero que vuelvas a pasar :)
Tnf25: Exactamente: cuando se es pirata, se es para siempre y ni la realidad puede con eso. Y lo mejor es volver a Nunca Jamás y navegar por todos los mares conocidos y por conocer :)
Acoolgirl: No podemos ocultarnos ni engañarnos, ni rechazar lo que somos porque, al final, acabamos por hacernos sufrir innecesariamente :)
Las fantasias a veces nos ayudan a seguir viviendo en este mundo real
ResponderEliminarNanny, tu no serás en verdad (o fantasía) Wendy Darling?, lo digo por tu gran habilidad y talento para contar cuentos. Besos
ResponderEliminarOdel: Sí, en realidad si no fuera por ellas la vida sería mucho más aburrida.
ResponderEliminarHernán: Huy, no, no, para nada, vamos, ni de lejos soy esa estirada de Wendy Darling, qué cosas... no, yo más bien fui/soy Campanilla (menos sexy que la de Disney) y si conozco tantas historias es porque paso mi vida entre el mundo de la fantasía y el de la realidad... (ayyyys, cada día estoy peor de lo mío ¿eh? :D)
Oh! Quién pudiera ser Peter Pan! :(
ResponderEliminarEl mar, el mundo de los sueños que a veces es más real que el que vivimos, la huida, el hastío... ¿quién no ha querido perderse en esos mundos, en esas vidas "realmente" soñadas y deseadas?
ResponderEliminarUn abrazo desde la libertad soñada
Qué bonito!
ResponderEliminarEl siguiente de Campanilla también, pero éste me ha parecido genial.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo puedo comentar en el post de la brujita. No sé si has configurado tú para que no comentemos o que blogger está hoy en huelga de comentarios caídos.
ResponderEliminarA los husband, si son majos, hasta les pone eso de tener la parienta un poco brujilla, les da chispa.
Este cuento me ha llevado por la "segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer".
ResponderEliminarQué clasicazo, y qué buen cuento ha inspirado.
si es muy bonito vivir en la fantasia sobre todo si tienes compañia.yo vivi en una estrella muchos años y mi vida se convirtio en basura al abandonarla
ResponderEliminarsi es muy bonito si cuando vuelves a la realidad tienes un minimo rastro de esa fantasia
pero si cuando vuelves a la realidad es todo negro maldita fantasia
hernan no es wendy pero un dia si fue campanilla
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