viernes, 12 de septiembre de 2008

Sentidos II

Tacto

Nadie la había preparado para aquella intensa, inmensa y aplastante oscuridad. La sensación de desasosiego y confusión era aún mayor de lo que esperaba pero, sí, sin duda alguna, le resultaba tan excitante como le habían contado.


… Y le habían contado mucho y muy bueno de aquel lugar. Y ella, siempre en busca de nuevas experiencias, de emociones desconocidas y de extrañas sensaciones, no tardó en sentirse atraída por ese “cubil de la concupiscencia” como lo llamaban los más retrógrados entre sus conocidos, donde, según decían, el placer de la carne era lo único importante.


Cuando el hombre que había conocido la noche anterior la invitó a acudir a ese lugar, ella aceptó sin dudar. No podía perderse semejante oportunidad. Tenía que conocerlo, tenía que estar allí. Las historias que había escuchado sobre él la hacían estremecer de placer anticipado. No podía perderse lo que ese local le podía ofrecer.


En cuanto atravesó la puerta principal supo que aquella iba a ser una gran noche. La decoración era una invitación al hedonismo. Colores sensuales, aromas orientales, formas voluptuosas que convidaban a tocar y acariciar. Era evidente que aquel era un lugar pensado para el placer.


Ella y su acompañante fueron conducidos a unos habitáculos donde les ofrecieron unas deliciosas bebidas, una comida sabrosa y una música acariciadora. Su excitación iba en aumento, su curiosidad también, tenía ganas de ver qué más ofrecían allí. Todas las historias que le habían contado se agitaban y bailaban en su cabeza alimentando aún más su lujuria.


Comenzaba ya a impacientarse cuando unos sirvientes con la piel cubierta de un curioso polvillo dorado les invitaron – y ayudaron – a desvestirse por completo y luego los acompañaron por un larguísimo pasillo hasta situarlos frente a una sólida puerta de roble que se abrió lentamente a la abrumadora oscuridad que ahora la rodeaba.


Notaba bajo sus pies una suave moqueta y en su espalda desnuda podía percibir la sedosidad del material que recubría la pared a la que se había pegado entre asustada e inquieta por tanta negrura. Escuchaba susurros, roces, respiraciones agitadas, pero no podía ver absolutamente nada. La emoción le provocó una risita nerviosa que se transformó en gritito de gato asustado cuando sintió una mano rozando su tobillo. Su reacción instintiva fue, por supuesto, retirar el pie pero inmediatamente se recordó por qué había acudido a aquel lugar y buscó con el mismo pie la mano que antes la había tocad u otra, tanto daba.


No tardó en encontrar no una, sino varias manos que iniciaron un suave paseo por su piel. Percibía los dedos en sus tobillos, subiendo por sus pantorrillas, escalando sus muslos. Notaba las manos en sus nalgas y su espalda. Su respiración comenzaba a agitarse, sus piernas perdían fuerza a medida que el deseo aumentaba. Las manos recorrían su estómago, su pecho, rozaban sus labios.


Ella no sabía quién la tocaba y no le importaba. Sólo querían que siguieran haciéndolo. Que no pararan nunca.


Alguien la arrastró hasta el suelo. Otro alguien la tomó por las muñecas. Alguien más lamió su vientre y ella sentía que su mente se iba hundiendo en un mar de placer táctil… y cuando llegó el primer mordisco su cuerpo estaba tan repleto de endorfinas que casi le resultó placentero. Pero luego llegó el segundo y, casi inmediatamente, el tercero y un cuarto y las manos dejaron de ser fuentes de placer para transformarse en garras que la inmovilizaban. Y los labios ya no eran suaves almohadas de carne sino agrietados y ásperos trozos de pulpa putrefacta.


Cuando llegó el quinto mordisco, el que se llevó un trozo de su nalga, supo que nunca jamás volvería a ver la luz del sol y sólo con el sexto mordisco gritó y siguió gritando casi hasta el final…



19 comentarios:

  1. mmm... Zombies... Los zombies molan...

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  2. Ummmmmmm... Te prometo que lo he leído enterito, pero me ha dejado un poco... pensativo.

    Supongo quwe no tendrá nada que ver, pero me ha recordado a las drogas; al principio uno se asusta un poco, luego se atreve a probarlo (a dejarse tocar en este caso), empieza a gustar, y luego, como no sepas echarte para atrás... BUM.

    Seguiré pensando...

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  3. Ay.. me ha dolido el final, por favor!!

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  4. Necio Hutopo: ¿A que sí que molan los zombies? Pues el "husband" me ha dicho que soy "mu" bestia... total por unos cuantos mordisquitos de ná ;)

    Pegaso: Vaya, pues no pretendía yo hacer pensar con esto pero, oye, nunca viene mal eso de meditar :)

    Elena: Con que te ha dolido ¿eh? Ajajá... a saber quién te anda mordisqueando :D

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  5. Qué horror. Me parece que no te he dicho que yo no veo películas de miedo, porque me dan miedo. Espero no tener pesadillas... Muy bueno. Un beso.

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  6. La busqueda del placer extremo parece que tiene su precio. Hombres carnívoros, vampiros, ¿quién sabe?
    Lo bueno de tus cuentos q te dejan con ganas de más y a la vez nos dan la libertad para que ntra imaginación vuele sin obstáculos o marcas impuestas.
    Me han gustado los dos post. Y en sentidos I, creo q es la conciencia la que nunca calla.
    Bellísimo lo del pintor.
    Te dejo un beso.

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  7. Por dió Nanny hija, estaba una toda envuelta en sus placeres y ¡rasca! qué manera de cortar el rollooo (aguafiestas)

    Nunca te pienso invitar a una fiesta venusina ea , a ver si les enseñas rollos raros de mordiscos y la liamos!!!!!!!!!

    Tengo casita nueva, la anterior hacía aguas por los cuatro costados

    besitos o...¿mordisquitos? :-P

    Muaaaaaaa

    La veci

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  8. Susana: Tampoco era mi intención causar pesadillas a nadie, espero que consigas dormir bien :)

    Ana Ortiz: Bueno, no cabe duda es de que la protagonista tuvo justo lo que le quería: una experiencia nueva e irrepetible. Gracias por tus palabras :)

    Marguerite: Jajajajaja... me has dicho casi lo mismo que el "husband"... hala, a fastidiarse por lujuriosos y lascivos. Ah y paso de los venusinos, son unos sosos, a mí me gustan más los de Plutón que tienen un morbo... :D

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  9. ¿Y se la comennnn?
    :O
    Y yo creía que se la iban a follar vivita y se la comen...
    :S

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  10. Jopeeeeeeeeeee niña!, se me ha puesto el vello de punta, uy que mieditooooo.
    Pero me ha encanto el relato.
    Me alegra verte de vuelta.
    Besicos muchos

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  11. Manda al husband a ver REC... No le va a gustar, pero los Zombies molan... Y molan mucho

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  12. Buen relato, un día de estos destronas a King como rey del terror y te proclamas reina (God save the queen!).

    Un beso

    pd: Ando por los mundos de yupi pero sigo por aqui.

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  13. Vaya giro... me dejas con incognitas!!!

    Vampiros carnivoros??? No se... es que esa mezcla de lujuria y asesinato... es lo unico que me evoca.

    Un besitooo

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  14. Ui pos es la primera vez que te leo un cuento de final "tremebundo" me ha gustado
    y recordado a cierto a nuncio de "el placer por el placer" (no digo marcas, que no me pagan por la publicidad :P).
    Asi que nada un brindis por tu "lado oscuro"

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  15. Fantástico cuento corto de terror. Felicidades.

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  16. Hostia puta, ¿a quién se le ocurre llevar a una cita a la inspección de Hacienda?, es que no pué ser...

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  17. No les ha gustado Rec?

    NO LE HA GUSTADO REC?

    A los zombies por herejes... Que sí, tendrá razón el husband, como malos son un poco lelos y lentos y nos pueden gustar los malos más complicados... pero en su defensa se puede decir que sí, pero además de ser lelos y lentos son muchos y tus mejores amigos y tu familia pueden llegar a convertirse en unos de ellos...

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  18. ¿Y con que nos sorprenderán y agitarán los sentidos que faltan?

    Este tacto, que prometia ser un derroche de placeres voluptuosos y llenos de lujuria, de repente se transforma en escalofrío que nos recorre el cuerpo (siempre tacto, sensaciones).

    Genial.

    Un abrazo (ah, dile al husband que ni se le ocurra enseñarte el culo)

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  19. Mi sentido favorito hecho canibalismo o vampirísmo qué cosas. Me gustó. Bicos

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Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

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