viernes, 11 de junio de 2021

Cumpleaños número 19

 

A estas altura de la historia, creo que ya he dicho todo lo que podía decir sobre mi ya-no-enana y mucho más. Ya he dicho hasta la saciedad lo orgullosos que estamos de ella y lo mucho que la queremos y ser algo original en esta felicitación cumpleañera  ya se va haciendo muy complicado. Pero aquí estoy, porque si no estoy, me amenazan con boicots terribles. Aquí estoy porque la tradición manda mucho y el cariño manda aún más. Así que, nada, listos para felicitar a mi ya-no-enana como llevo años haciendo: con su correspondiente post bloguero.
Este atípico y distópico año pandémico ha sido el primero de carrera para mi futura médica.. Ha estrenado su primera bata, ha recibido sus primeras clases, no ha visto su primer cadáver (este año no se permitió por lo del bicho), ha sufrido un pequeño bajón de moral por las primeras notas, un bache que, creo, ya ha superado y ahí sigue, en la lucha. 
También en plena pandemia ha hecho sus primeros viajes sola... es lo que tiene que el novio viva en otra isla.

Anda “sufriendo” ahora con su ortodoncia y su disyuntor y parece que se librará de la máscara facial... fiu... por los pelos. Tenía que haberse hecho antes, ya, ya, pero las cosas se hacen cuando se pueden y no cuando se quiere y, oye, más vale tarde que nunca.
Lo que más ha extrañado este año son los festivales y las actuaciones en directo y en julio, por fin, disfrutará de un par de conciertos en directo, justo antes de recibir su vacuna contra el jodío bicho y a pocos días de irse a disfrutar unos días de vacaciones..
Cumplió los 18 en plena pandemia, cumple 19 cuando la pandemia comienza a pasar a mejor vida. Lo celebraremos, como siempre, los tres solos y juntos.
Intentaremos, como siempre, que lo pase genial... y ya no se me ocurre nada más.
Un post cumpleañero el de este año, pero que sepas que te quiero mucho, bollito de nata.
Que tengas un muy FELIZ CUMPLEAÑOS.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...