viernes, 15 de junio de 2012

Forense de guardia


Marcelo odiaba el turno de noche en la morgue y eso que, normalmente, no era nada aprensivo -no podía serlo siendo forense-, ni creía, por supuesto, en fantasmales apariciones -había hurgado en demasiados cuerpos como para creer en cosa semejante-, pero durante esas largas noches de trabajo el silencio de los muertos parecía mucho más opresivo y su presencia más tangible. Si a todo eso añadimos una noche tormentosa como aquella, con continuos (aunque breves) cortes de luz, y un programa de radio lleno de aparecidos y psicofonías varias, la imaginación tenía el terreno perfecto para correr desbocada y hacerle un poco de hueco al ancestral miedo que los espectros despiertan en los vivos.


 
Decidido a frenar su loca imaginación, Marcelo pensó que lo mejor que podía hacer era cambiar de emisora, olvidarse de la tormenta y ponerse a trabajar en su próximo cliente que, desde hacía rato, aguardaba ser atendido en uno de los cajones del gran congelador.

Marcelo se aseguró de tener todo el material listo, se lavó las manos, se colocó guantes, mandil y gafas, abrió la portezuela y extrajo el cuerpo que, de inmediato, se sentó y comenzó a gruñir de manera aterradora. El forense tomó un bate que tenía cerca y, sin dejar de tararear la canción de moda que sonaba en la radio, le asestó un terrible golpe en la cabeza que hizo que el cadáver viviente volviera a caer de espaldas. A continuación, y por si acaso, Marcelo le asestó un nuevo golpe.

 
Una vez satisfecho y seguro de que el zombi -ahora sí- estaba bien muerto, comenzó su trabajo canturreando por lo bajo y pensando en lo mucho que odiaba el trabajo nocturno y esas estúpidas ideas sobre terroríficos fantasmas que su enloquecida imaginación le traía a la mente en las largas noches de guardia.


Menos mal que los zombis le servían de distracción...








11 comentarios:

  1. aplausos!!!! de verdad me da gusto que vuelvas a escribir!!!

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  2. Tnf25: ¿Y yo cuándo he dejado de escribir? ¡Si no paro! :D

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  3. GENIAL! Nanny Un beso terrorifico

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  4. Es que los fantasmas dan más miedo que los zombies.:) Un beso.

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  5. WinnieO: Un abrazo espeluznante para ti ;)

    Susana: Pero muchísimo más, donde va a parar... si no hay monstruo más tonto que el zombi :D

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  6. ¿Horror sonriente o humor negro? ¿Pero no habrá quedado ni con una pequeña duda de que no era un zombie de verdad? ¿En caso de ser positiva la respuesta, habrá sido suficiente el golpe de bate? Saludos. Felicitaciones por el cuento. Lino

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  7. Lino: Horror sonriente, humor negro... viene a ser lo mismo ¿o no? :) Bueno, tiene pinta de que Marcelo conoce muy bien a los zombis así que creo que no cabe duda de que, efectivamente, lo era así como creo que también sabe que con dos golpes de bate (el mejor arma para enfrentarse a un zombi) se lo ha cargado :)

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  8. Jajaja, Nanny, es tan tú...me encanta :-)

    Solo espero que nuestro querido...¿Cómo se llamaba el zombi al cogí tanto cariño? Bueno, no importa. Lo que quiero decir es que espero que no sea él. Ya le pasaron bastantes cosas al pobre.

    Besos y un fuerte abrazo, mi escribidora favorita.

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  9. Mari Carmen: Es cierto, este cuentito es muy... yo :D Y no, no te preocupes, este zombi no era el pobre Anastasio, no sería capaz de someter al pobre a más torturas :D

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  10. d2: Tiempo hacía que no te veía por aquí, me alegra ver que la vuelta ha sido con una sonrisa :)

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