Odia su peso excesivo.
Odia sus ridículas gafas.
Odia su pelo fosco.
Odia su pálida cara.
Odia su vida triste y absurda.
Odia su timidez.
Odia ser ella y odia odiarse.
Odia y teme el instituto y a sus compañeros y a cualquier extraño que la mire más de dos segundos seguidos.
Anda siempre deprisa, la cabeza inclinada hacia el suelo, el cabello ocultando su rostro como un muro por donde intentar ver sin ser vista. La carpeta pegada a su pecho como un escudo. Los ojos fijos en el trozo de suelo que queda justo ante sus pies para no darse por enterada de quién pasa a su lado. Apenas levanta la cabeza lo necesario para echar un vistazo rápido a su a alrededor y evitar tropiezos o atropellos.
Odia andar así, odia esconderse pero aún odia más sus miradas, sus sonrisas condescendientes y, sobre todo, sus insultos. Gorda le dicen, hipopótamo, vaca, mira que eres fea, le dicen. Y a ella le gustaría ser capaz de encogerse hasta desaparecer, ser invisible, no existir y, por encima de todo, le gustaría no ser ella.
No quiere volver a verlos, ni a escucharlos, ni a sentirlos. No quiere más risas burlonas, ni más palabras hirientes, ni más silencios excluyentes, ni más condescendencia ni más lástima. Tiene el vaso colmado y no quiere más de esa vida. Pero no sabe salir de ella.
A veces sueña que, una mañana, mágicamente, despertará y todo será distinto. Será delgada y no usará gafas, y no será tímida y podrá andar con la cabeza bien alta y sin miedo a nada.
Otras veces sus sueños son más siniestros y sueña que algo -cualquier cosa- terrible y terrorífica acabará con todos quienes han sido crueles con ella.
Sueña, también que un día, comenzará a andar, con la vista fija sólo en los centímetros que quedan justo ante sus pies, y paso a paso, se irá alejando de su instituto, de su familia, de su ciudad. Será muy sencillo irse alejando, paso a paso, sin pensar ni a dónde irá ni cuando parará. Andará y andará y andará hasta perderlo todo de vista y sus ojos se alzarán y, en lugar de ver sólo el sucio suelo ante sus pies, podrá mirar el límpido cielo sobre su cabeza...
Y fantasea hasta que un empujón, una risa, una palabra despectiva, la devuelve a la realidad y, aferrándose con más fuerza a su carpeta, hunde la cabeza aún más, aprieta los dientes, reprime una lágrima y continúa su lento avance hacia el último pupitre de la clase.
Ay Nanny...¡qué pena! ¡qué injusta la vida con esa nena!!!! Cuántas niñas despistadas en su crecimiento con palabras de compañeras hiriéndolas.....No sé, me has dejado un sabor triste.... Un beso
ResponderEliminarUna persona que conozco se tiró hace unos días de un cuarto piso debido a su obesidad.
ResponderEliminarLa sociedad es espantosamente cruel con los gordos.
La sociedad en ocasiones, es espantosamente espantosa.
Mucho peor que si fuera obesa.
Cuanta crueldad.
Cuanto miedo hacia lo que no queremos ser.
Es para tenérselo.
es algo que siempre me ha superado.... el ver cómo sucedía a mi alrededor, cómo había chicas y chicos que se sentían inferiores... heridos por la crueldad de unos pocos.... un saludo.
ResponderEliminar¿QUE HACEN LOS PADRES DE ESTA NIÑA? Yo, por mucho menos he dado vuelta el colegio. La discriminación, como otras actitudes nocivas socialmente, deben ser eliminadas desde la niñez. No hay que dejar de quejarse ante las autoridades, tienen que encontrar un punto de convivencia respetuoso si o si. Besos
ResponderEliminarY por mucho que eduquemos en valores, la autoestima nos supera!
ResponderEliminarBesotes guapa!
Cuando algo no nos gusta hemos de proponernos cambiarlo.
ResponderEliminarNo sirven las quejas.
Besitos
Cuando vi en la lista de blogs del mío el título de este post, me dije: ¡¿Qué?! ¿A Nanny la adolescencia le parece dulce?
ResponderEliminarLeído tu post entiendo el sentido del título. Y por trsite que sea el texto, he de confesarte que no me parece en absoluto exagerado. Un beso
Creo que la adoloscencia, mas alla de su significado (que ya dice mucho) es una etapa donde podemos quedar marcados de por vida
ResponderEliminarTu cuento triste ytu narrativa como siempre brillante
Un beso
Qué duro ser adolescente en tales condiciones. Me ha impactado tu relato. Es realmente bueno y cruelmente real.
ResponderEliminarOtra cosa es que, a veces y muy de vez en cuando (pero sucede) los excluidos se encuentran y tal vez (sólo tal vez), este encuentro es la forma en que el mundo empieza a cambiar.
ResponderEliminarWinnieO: Igual te cambia ese mal sabor de boca saber que esta historia acaba mejor de lo que podría parecer. Todo es cuestión de apretar los dientes, seguir adelante, aprender a ser fuertes e intentar cambiar las cosas.
ResponderEliminarTecla: ¡Qué tristeza acabar así! La sociedad es cruel y, si eres adolescente, aún más pero uno no puede dejarse hundir por los demás. Nunca. Por nada.
Mare@: Por la crueldad de unos pocos y por la incomprensión de otros tantos. Y es que unos pecan por acción y otros por omisión.
Hernán: ¿Los padres? Pues a saber... Puede que los padres no sepan realmente lo que ocurre. Puede que, estúpidamente, no le den la importancia que deben. Hay quien piensa que como eso ha pasado toda la vida (cierto, siempre ha ocurrido este tipo de cosas) pues tampoco tiene mayor importancia. Es una pena que haya que llegar a según qué extremos para que algunos padres reaccionen.
Zafferano: Y ya sabemos que la autoestima en la adolescencia, ese momento en que tantísimo se valora la aprobación del grupo, es algo de lo más delicado.
Tesa: Eso es muy cierto y muchos aprenden esa lección pasando por este duro aprendizaje. Pena que haya otros que no lo aprenden de ninguna manera.
Miroslav: Jajajajaja... vaya, eso sí que es conocerme :D. El texto, efectivamente, no es nada exagerado, más bien es muy real. Comprenderás que no pueda ser fan de la época adolescente con cosas como esta y que piense que es una época menos feliz de lo que algunos se empeñan en creer.
Un gramo de locura: Efectivamente, durante la adolescencia acabamos de dar forma a nuestra personalidad y podemos acabar marcados de por vida. La cosa es que esa marca acabe llevándonos a buen puerto y no hundiéndonos.
Kashtanka: Sí que es duro, sí pero, como ya he dicho, estas historias no tienen por qué acabar mal si uno pone empeño y fuerza.
Necio-Hutopo: Sí, a veces los excluidos se encuentran y el mundo cambia porque encontrar a alguien que sabe lo que sientes y te acompaña puede cambiarlo absolutamente todo ;)
Una historia muy real, por desgracia.
ResponderEliminarCuando deje el deporte, balonmano y full contact, donde habia musculo llego la grasa y pase de 80a 130 kg. en 2 o 3 años... hace poco tiempo empece natación, he bajado de los 100 kg.
ResponderEliminarY si es cierto que a los gordos se nos discrimina y se nos maltrata, tanto a nivel personal como a nivel de medios. Como dice mi monitor de natación debajo de esa grasa hay un cuerpo atletico y por suerte en mi caso una mente sana.
Gracias por el relato.
ouch! y esto mas se parece a la realidad de muchas jovencitas…
ResponderEliminarQuiero creer que lo supera, que al final logra ver la realidad y, con ayuda de quienes la quieren, lo acepta y olvida. El amor y el cariño siempre vencen al odio.
ResponderEliminarBesos.
Susana: Efectivamente, demasiado real.
ResponderEliminarGroucho: Y eso que te ha pillado mayor, imagina semejante situación en plena adolescencia...
Tnf25: Sí que se parece... y mucho.
Ernesto: Haces bien en creerlo, porque eso es lo que, finalmente, ocurre :)
que horror y que real... ¡cuantos de nuestros niños y jóvenes sufren este tipo de acoso! ¡y cuanto daño les hace!
ResponderEliminarlo has captado muy bien.
biquiños,
Por mas leyes,disposicoones que se aprueben...nunca cambiara...pues es inherente en el ser humano...mofarse de quien no es iguál a los demás...una pena...pero así es la sociedad en la que vivimos.
ResponderEliminarun saludo
Aldabra: Son demasiados, uno que lo sufra es siempre demasiado.
ResponderEliminarFibonacci: Eso no lo cambian las leyes, eso lo cambia la educación pero viendo a ciertos padres, luego no me extraña que ocurran ciertas cosas.
Lo peor es que estas cosas pasan cada día y yo creo que sólo con una buena educación, valores y fuerza se puede salir de algo así.
ResponderEliminarEspero que este chica (sea ficticia o no) lo consiga y se convierta en una adulta maravillosa.
Un besoteee