martes, 22 de diciembre de 2009

El hada Muérdago (Navideño-Infantil)

El hada Muérdago es pequeña, muy pequeña. Viste de verde y rojo y, cuando se siente especialmente entusiasmada o nerviosa, agita sin parar sus hermosas y centelleantes alas de color dorado.


El hada Muérdago es graciosa, muy graciosa y también divertida, alegre y bulliciosa pero, sobre todo, es una de las hadas más responsables y sensatas de todo el bosque mágico lo cual motivó -hace ya muchos, muchos años- que el Consejo Supremo de las Hadas decidiera nombrarla Guardiana de la Magia de la Navidad. Una gran elección, sin duda. Ni un sólo año, desde que ella se hizo cargo del asunto, ha faltado la Navidad en nuestro mundo.


Bueno, hubo cierta vez en que casi, casi nos quedamos sin ella. Pero sólo casi.


Cada año, la pequeña Muérdago, días antes de emprender el vuelo para esparcir la magia por todo el mundo, inspeccionaba el cofre donde la guardaba -bajo siete llaves y siete candados- para asegurarse de que todo estuviera en perfectas condiciones, le quitaba un poco el polvo, le daba brillo y la dejaba lista para el gran día. Pero ese triste año, Muérdago se llevó una gran -y desagradable- sorpresa: la preciosa cajita había desaparecido. Puf. No estaba en su sitio. Puf. Se había esfumado. Puf. Se había evaporado.


Muérdago primero se sorprendió. Después se enfadó. Luego se asustó. Por último se inquietó, agitó sus alas con nerviosismo y se mordió las uñas mientras pensaba en dónde podía estar el arca.


Recorrió su casa-abeto de arriba abajo, de abajo arriba, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha. Nada.


Miró bajo la cama, las sillas, las mesas, la cocina, las alfombras y hasta bajo los jarrones. Nada.



Miró en las macetas, las ollas, los armarios, entre las sábanas e, incluso, en la bañera. Nada.


Buscó en las copas más altas de los árboles más altos. Nada.


Buscó entre las hojas al pie de cada árbol. Nada.


Husmeó en guaridas, madrigueras y cubiles. Nada.


Recorrió el bosque mágico de norte a sur y de este a oeste. Escudriñó cada rincón y bajo cada planta y animal. Nada.


La pobre Muérdago se sentía cada vez más triste y desesperada. Si no encontraba pronto la caja no habría magia, no habría luces de colores, no habría canciones, no habría brillantes adornos, no habría árboles decorados, no habría reuniones familiares, ni regalos, ni niños sonrientes...



El hada lloraba con enorme desconsuelo. Era la primera vez que fallaba en su importante misión. ¿Cómo iba a explicarlo ante el Consejo Supremo? ¿Y qué iba a ser de los niños? ¿Cómo iba a mirar a la cara a los habitantes del bosque? ¿Qué sería de los niños? ¿Quién se habría llevado la cajita? ¿Y qué iba a ser de los niños? (Como se puede comprobar a Muérdago le preocupaban mucho los niños...).


No había tiempo de ponerse a investigar. La Navidad estaba a la vuelta de la esquina, tenía que encontrar una solución pronto. Y, mientras le daba vueltas al asunto y pensaba en las caras llenas de ilusión de los niños, a Muérdago se le ocurrió una idea. En un instante tuvo claro lo que debía hacer.


¿Cómo no se le había ocurrido antes? La respuesta estaba en los niños. Por supuesto.


Daba igual que no encontrara la cajita. La magia que guardaba en ella no era la importante, la verdadera magia, la que contaba, era la que guardaban los niños durante todo el año en sus corazones.


Ellos eran los auténticos cofres mágicos.


Muérdago saltó, bailó y cantó llena de alegría. Agitó sus doradas alas y, alzando el vuelo, puso rumbo a nuestro mundo, para recoger la magia infantil y luego repartirla por todos los corazones adultos del mundo.


De sus sonrisas tomó la luz, de sus voces la música, de sus ojos el brillo mágico, de sus abrazos el calor, de sus sueños la ilusión, de su corazón el amor. Fue de aquí para allá, recolectando un poco de cada niño y, cuando hubo reunido una considerable cantidad de magia volvió a sobrevolar el mundo dejándola caer sobre pueblos y ciudades, sobre cada casa y cada edificio. Y, a su paso, todo cobraba color y calor.


A partir de entonces, Muérdago, dejó de guardar la magia navideña en una cajita escondida en su casa-abeto en lo profundo del bosque mágico. No lo necesitaba. Tenía una fuente inagotable de magia en los cálidos corazones de los niños.


Ah, nadie supo jamás quién o qué hizo desaparecer la caja mágica aunque cuentan de cierto viejo y gruñón dragón al que, aquel año, se le vio sonreír más de lo habitual y llevar unos curiosos y brillantes adornos en sus alas pero, bueno, eso es otra historia bien diferente.

Igual la cuento otro día...


Y, con este cuento, un poco cursi, como suele ser cualquier cuento navideño que se precie, deseo a todos los que por aquí pasan, leen, comentan, a los que no comentan, a los que me siguen (muchos de los cuales no conozco "personalmente y a quienes debo una visita... bueno, visita debo a todos, pero se me entiende ;). a los que entran por vez primera (vuelvan o no vuelvan), a los que llegan buscando otra cosa. A los que llevan años soportándome y a los recién llegados, a los que disfrutan de la Navidad y a los que la odian (y paro que esto comienza a parecerse el anuncio de Coca Cola)... ¿Qué estaba yo diciendo? Ah, si... Que ¡FELIZ NAVIDAD! y todas esas cosas que se dicen :D





15 comentarios:

  1. Tu felicitación navideña con relato es PRECIOSA. Gracias y que siga existiendo la MAGIA. Un beso

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  2. ¡FELIZ NAVIDAD A TI TAMBIÉN!

    Ainsss...que felicitación más bonita nos has regalado! ^^

    Besicos!

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  3. Los cuentos nunca son cursis. Son cuentos y ya está. Cuanta más hada, vestido vaporoso de princesa y hechizos mágicos de bruja verrugosa, mejor.

    Que pases unas felices Fiestas tú también.
    Bsos

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  4. Feliz Navidad para tí. Los niños son los que le dan sentido a estas fiestas. Un beso.

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  5. FEliz navidad! para ti y tu familia Nany :D

    (y SIIII siii cuentanos el cuento del dragon gruñon que se "coloco" con un chute de navidad )

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  6. A ver si limpiamos un poco el blog, que no se que se me ha metido en los ojos y no dejan de huedecérseme...

    Feliz Navidad a ti también y a tu familia. Y disfruta de la magia que te proprcionará el bollito de nata ese que vive contigo. Un besazo de mi parte a la nena.

    Steve

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  7. Cursi o no, me agradó tu escrito. Desde ya quiero desearte con un abrazo gigante una excelente noche buena, que todos los deseos y anhelos se hagan realidad.

    Espero poder seguir leyendo, este maravillosos espacio, en donde pese a la edad, me siento niña y vuelvo a recordar mi infancia. Que no fue del todo feliz. Gracias por soportarme y permitirme acercame un poco más ti, pese a estar a kilómetros y kilómetros de distancia...

    Un abrazo, millones de cariños para tí.

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  8. Me he sentido muy a gusto y feliz sintiendo tu cuento.
    No me ha parecido cursi para nada, lo he escuchado con toda la ilusión del mundo volviendo a ser niña. Y he sentido tu voz mientras narrabas.
    Gracias Nanny.

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  9. Felices fiestas para ti también...

    Aunque, eso sí, yo el cuento lo habría hecho un poco más trágico... pero ya se sabe que a mi me da por mirar el lado malo de las cosas...

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  10. Es un cuento con un transfondo de verdad absoluta, porque solo tengo que mirar a mis enanos para descubrir la magia de todas esas cosas perdidas.

    Besitos miles y la mejor de las navidades para ti y los tuyos.

    Que el año nuevo os traiga solo cosas positivas.

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  11. Y ahora, en fecha propicia... FELIZ NAVIDAD...

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  12. Nanny, querida amiga. He tenido que instalarme el Google Chrome para poder dejarte un mensaje. No quería terminar el año sin dejar algo escrito en tu blog.

    Desearte una Feliz Navidad y un espléndido año 2.010. ¡Qué todo sea grato en tu vida!

    Seguiré disfrutando de todo lo que escribes, como siempre...

    Un gran abrazo.

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  13. Niños grandullones: que no daríais por ver la cara de felicidad de los niños.Acaso... os traen el recuerdo de cuando dejásteis Nunca Jamás. Esta es la tradición de la Navidad pasar el testigo de la ilusión, de la mágia, de la fantasía, de generación en generación.

    Un cierto payaso

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  14. Igualmente te deseo Felices fiestas.
    Ah, espero ese cuento del dragón, que ya creo estoy de vuelta ¡espero!

    De ahora en adelante, veré al hada Muérdago por todos lados, especialmente, en Navidad.

    Besicos muchos.

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  15. Una muy original manera de felicitar las navidades ^_^

    Besotesssssssssssss

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Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

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