El escritor llevaba horas ante el ordenador sin poder escribir una sola palabra. Estaba en blanco. Sin ideas, sin palabras, sin nada.
El primer ploc lo dejó indiferente.
Con el segundo ploc giró la cabeza.
El tercer ploc le hizo aproximarse a la ventana.
Ploc...
En el cristal, la palabra melancolía se deslizaba lentamente.
Ploc...
Tras ella cayó la palabra albores.
Ploc, ploc, ploc, ploc, ploc...
Luego, en rápida sucesión, cayeron almácigo, galerna y crepúsculo.
Llovían palabras sobre la ciudad y el escritor las miraba extasiado.
En la calle, las palabras caían sobre los hombros de los peatones, se enredaban en sus cabellos, resbalaban sobre los capós de los coches, corrían en regueros, formaban charcos.
Abrió la ventana y las palabras comenzaron a entrar en su estudio: aguacero, brisa, susurro, índigo, nocherniego, alféizar, septentrión, océano...
El escritor las recogía, las estudiaba, las escondía en bolsillos, bolsas, cubos, ollas.
Cuando paró la lluvia se sentó, feliz, rebosante de ideas y con miles de palabras para usar.
B.J. Thomas - Raindrops Keep Falling On My Head.wma -
Vaya tormentón de palabras
ResponderEliminar...aquí acaba de caer un diluvio, pero era de gotones.
:)
Besos
Grandioso Nanny... Preciosa esta historía, porque sería una maravilla que, en uno de esos días de sequía literaria (más que literaria, sequía del alma) pudieramos abrir la venta o la puerta y empaparnos de esa lluvia de palabras, de ideas, de emociones... ¡y luego contarlo...!
ResponderEliminarBello, bello... querida amiga. ¡Y que imaginación...! Ya me gustaría a mí que ando con este pesado trasto sobre la cabeza...
Un gran abrazo.
Me encanta que lluevenpalabras e ideas en tu relato, como siempre me ha encantado, eres la mejor ^_^
ResponderEliminarBesotesssssssssssss
¿TORMENTA DE IDEAS?...
ResponderEliminarbuen texto... original.
besos.
Madre mía!!! qué preciosidad de mini relato....qué dulzura, qué originalidad....Me encanta cómo escribes....¡disfruto!...Besos enormes desde ibiza
ResponderEliminarla inspiración cayó del cielo jaja
ResponderEliminarAyer llovio aquí a mares, y cuando terminó, el cielo se volvió naranja. Tendrías que haberlo visto, ¡que preciosidad! La última vez que lo ví así, casualmente, ocurrió algo en mi vida que mereze la pena recordar. Me teletransporté a ese momento... Así que yo puedo dar fé de que la lluvía puede inspirar, ya lo creo que sí
ResponderEliminarBESAZOS
Psd: Recuerdo que durante un tiempo intenté aprenderme la letra del "Raindrops"... ¡y me resultó imposible! Del "Raindrops keep falling on my head, i just like the guy no-sé-qué" no me saca ni dios! Y luego, al cabo de muy poco tiempo, murió Paul Newman y todos los informativos ponían la canción... "coño, ya es casualidad", pensaba por aquel entonces... pero gracias a esas cosas es para mí una de las canciones más especiales :)
Nunca sabremos de dónde sale la inspiración y, como vemos, hasta puede que te entre por la ventana!!
ResponderEliminarUn besitooo
Ese escritor tendría que tener, además, una especie de máquina mezcladora en la que fuera echando las palabras llovidas y saliendo frases coherentes. O no, a lo mejor le bastaban las resonancias de algunas de esas sonoras palabras que le llovieron para despertar a su inspiración dormida. Bonito relato, un beso.
ResponderEliminarMe agrada un poco de lluvia, pero que no llueva semanas y semanas, eso ya, me deprime.
ResponderEliminarEn ciertas ocasiones deseo que lluevan palabras, cuando te encuentras frente a una situación, y no encuentras que decir, ni pensar...
Sumado a eso,tu vocabulario te lo agradecerá, a la hora, de comunicar alguna idea...
Un abrazo, Nanny!
Me has dejado a cuadros Nanny.
ResponderEliminarQué preciosidad. Pero qué preciosidad de texto.
Cuanta poesía, cuanta imaginación. Cuanta ternura.
Es un texto blanco, angelical. No sé.
Las palabras cayendo y cayendo, y yo con mis manos abiertas susurrándole a la luna para que me envíe las palabras que no so capaces de acudir a mi teclado.
Eres extremadamente bella Nanny.
Gracias por ser y por habernos conocido
¡Ojalá un aluvión de palabras bastara para que fuéramos capaces de extraer de ellas todo su potencial! Pero eso queda sólo al alcance de algunas personas privilegiadas. Te envidio.
ResponderEliminarSeria bonito que en esos momentos que no sabemos que decir nos llovieran las palabras adeuadas. Un relato lleno de ingenio y originalidad
ResponderEliminarEso esta bien..¡seguro que nadie mas las recogio!. Aunque ¿sabes que? solo se me ocurre una cosa mejor que una lluia de palabras y es ¡una de chocolateee!!..cientos de bombones, madalenas, tartas, congitos...y todos lamiendonos como gatitos (bueno, mi cuñado no que no le gusta el cacao...pero seguro que mi hermana "lo seca" encantada jajajja)
ResponderEliminarYo hace muchos años que escribo y mi receta se basa en escribir, escribir y escribir. Muchas y muchas cosas, aunque sea mierda pura. Dejar que la mente fluya y deje fluir su mensaje, aunque en principio no sea brillante. Después viene el pulido y la maquetación. Después se almacena para volver a leerlo al cabo de algunos años. A veces descubres que de carrerilla has escrito cosas muy curiosas. De la espontaneidad salen los mejores textos. No creo en las páginas en blanco. Cuando me quedo en blanco voy a buscar mi archivo, porque siempre hay alguna mierda que se puede convertir en diamante.
ResponderEliminarsaludos.
Pero al menos llueve.
ResponderEliminarQuisiera que aquí cayera una tormenta de ideas, de palabras de lluvia, pero que lloviera..
por lo menos.
Saludos.
Ya podían lloverme palabras a mí también... :P
ResponderEliminarBesos!!
De vez en cuando es precioso mirar como cae la lluvia, Creo que siempre nos deja unreguero de cosas y siempre nos riega incluso las ideas. La lluvia es preciosa, así como todo lo que tú nos dejas.
ResponderEliminarBesicos muchos guapa.
Y por aquí envueltos en una pertinaz sequía...
ResponderEliminarHermoso relato. Envidio esa lluvia de palabras e ideas
Ay que echaba de menos tus relatos! Hay que ver qué capacidad la tuya! Tienes una imaginación inagotable!
ResponderEliminarUn besote preciosa!