El momento había llegado. Ella, tan inaccesible e inalcanzable, iba a ser suya. Ella, tan inabordable e intratable, iba a permitir que la poseyera.
No iba a ser, desde luego, una larga relación. No era lo que él pretendía y ella ni por asomo lo hubiera admitido. Era un simple, sencillo y directo intercambio sexual. Aunque, sin duda, sería la relación erótica más importante de toda su vida... al menos para él.
Para ella no pasaría de ser una más en su ya larga lista.
Él le había traído un regalo. Era la costumbre. Sin ese regalo ella no habría permitido que él se le aproximara. Se lo había alargado con timidez, suavemente, fascinado por el hermoso color negro de su cuerpo. El negro más oscuro que él había visto jamás. Era hermosa, fascinante, llena de sexualidad. Su olor lo volvía loco de placer anticipado.
Se acercaron. Se tocaron. Se calibraron. Él estuvo preparado en un instante. Ella lo recibió sin timidez ni recato. Apretó su cuerpo contra el suyo, lo atrajo hacia ella. Él se estremecía y se entregaba sintiendo que ese, justamente ese, era el mejor momento de su existencia.
Entonces llegó el mordisco.
El placer se vio interrumpido por la oleada de intenso dolor y se estremeció de pavor.
Sabía lo que le esperaba.
Sabía lo que venía a continuación.
Oh, podía haber intentado escapar. Conocía a muchos que habían logrado estar con ella y salir con vida. Pero él se encontraba tan inmerso en su momento de triunfo y placer que ni tan siquiera pensó en huir.
Y allí estaba ahora el dolor... y aún así él no podía detener su macabra danza erótica. Pronto comenzaron los calambres, sus músculos se contraían provocándole un sufrimiento indescriptible. Temblores, dolor, miembros rígidos, dolor, debilidad, dolor, taquicardia, dolor, dolor, dolor... sobre todo, más que nada, dolor inmenso, intenso, arrollador.
Ella comenzó a devorarle, sin prisa, saboreándolo. Ajeno a su agonía o, quizás, disfrutando con ella. El cuerpo de él era puro dolor y, sin embargo, ese mismo cuerpo, a pesar de su sufrimiento, continuaba con su salvaje apareamiento. No podía detenerse.
Que le hablaran a él de Eros y Tánatos. A él que, atraído por uno iba a acabar, irremediablemente, en brazos del otro.
No pudo detenerse... hasta que llegó el fin.
Cuando acabó de devorarla ella se retiró de nuevo a su rincón, a descansar y a esperar a su próxima presa.
En una semana pondría sus huevos.
Unas semanas más tarde nacerían las crías del macho que había muerto por traspasar sus genes.
Pero eso ella no lo sabía, ni le interesaba.
A fin de cuentas, cuando eres una araña lo único que te preocupa es el próximo insecto que caerá en tu telaraña.
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:) muy bueno!
ResponderEliminarMe dan un poco de asquete las arañas, sobre todo las venenosas, pero el cuento es muy bueno.
El mundo animal, que es así de generoso...si la araña tubiera instinto comercial, podria un anuncio en el periodico y haria pagar por sus serivicios...muchos vendria con el dinero por delante a morir entre sus brazos. ¡Seguro!.
ResponderEliminarEL AMOR ES ASI, UNAS GANAN OTROS PIERDEN,(QUE VIUDA NEGRA MAS BONITA)ESTOY PREPARANDO ALGO SOBRE LA VIUDA NEGRA EN UNA SEMANA LO PUBLICARE, CREO...
ResponderEliminarSALUDOS...
Hay mucha viuda negra preciosa en las telarañas de ahí afuera, si...
ResponderEliminarBonito relato... y el final no es culpa tuya
Un relato muy bonito cuando enpeze a leerlo no podia imaginar que habria esas asquerosa arañas de por medio
ResponderEliminarComo bien cuentas, él sabía lo que le esperaba y sin embargo no podía evitar seguir con el sexo. También entre los seres humanos hay historias parecidas, con la diferencia de que no están "tan" forzadas por el instinto. BUen relato. Un beso.
ResponderEliminarDesde casi el principio (y te aseguro que no había llegado a ver abajo la imagen de la araña) sabía dónde ibas a llegar a parar. Pero todo el camino hasta allí, tu forma de contarlo, merece la pena seguirte paso a paso.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Waw me ha encantado! Y es que a veces los instintos más primitivos nos hacer perder la cabeza aun sabiendo como puede terminar.
ResponderEliminarUn besote!
Jo, lo que hace la naturaleza. Al principio creí que hablabas de una vampiresa, y resultó ser una araña. Me despistó el título :-)
ResponderEliminaryo pensaba que hablabas de la mantis R. jejejeje
ResponderEliminarCarabiru: A mí me dan asquete todo tipo de bichos pero todos,todos pero, eso sí, al menos las arañas se comen otros que aún odio más que a ellas :D
ResponderEliminarBeatriz: Jajajajajajaja... Iba a decirte que tenías razón pero... mmmm... ¿morir entre espasmos, calambres, dolores insufribles por un polvo? ¿Sí?... Pos igual sí :D
Groucho: Bueno, amor, amor, no llamaría yo a esto pero... vaya... Espero leer pronto eso que vas a publicar sobre la viuda negra (Ah, por cierto, la Viuda Negra te da las gracis por el piropo :)
Steve: Hay mucha viuda negra... y mucho macho dispuesto a caer en sus redes, sí...
Odel: Va, las viudas negras no son tan asquerosas... Bueno, vale, sí que lo son :) (Gracias).
Miroslav: ¿Estás seguro que esas historias humanas no están forzadas por el instinto? Yo no lo estoy tanto, cuando el sexo interviene creo que nos puede mucho el animal irracional y la leve capa de racionalidad se aleja...
Tesa: Cachis, ya has leído tantos relatos mios que es difícil engañarte. En fin, me conformo con que aún disfrutes con ellos :)
Mar de Luna: Esos instintos nos hacen perder el control y la razón, siguiéndolos minimizamos lo que puede ocurrir y pensamos que vale la pena todo...
David: Bien podría haber sido una vampiresa pero... preferí un bichejo de estos. A mí es que me encanta desbaratar ese mito de que la naturaleza está llena de bondad y generosidad... soy así de mala :)
Carmncitta: Shhhh... no se lo digas a nadie pero, al principio, esa era mi idea: que fuera una Mantis religiosa pero luego, no sé por qué, preferí una Viuda negra :)
Sorprendente giro final. Lástima que mientras lees se aparece la imagen de la araña, que yo creo que fastidia un poco la sorpresa.
ResponderEliminarUna pena que algo tan bonito pueda acabar tan mal. La naturaleza es bastante cruel. Un beso.
ResponderEliminarPues sí, ya me imaginaba yo que esto iba sobre Viudas Negras o cosas así...
ResponderEliminarEso sí, creo yo que podrías epigrafear con la estrofa de Sabina...
"Que si la pálida dama llegaba, no desperdiciaría la ocasión, de ver qué tal besaba"
YO CREO QUE EL AMOR ES ALTRUISTA, Y QUE MAS ALTRUISMO QUE DER LA VIDA POR EL SER AMADO, YO SI LE LLAMARIA AMOR.
ResponderEliminarSALUDOS...
Por lo visto la violencia de genero no es exclusiva de los humanos. He leído que en las arañas el tamaño es importante, ya que las hembras mucho más grandes son las que se comen a sus viudos. Soluciones que han encontrado algunos machos: hacerlo cuando ella está entretenida con otra presa o enredarla un poquito con tela para poder escapar después. Besos
ResponderEliminarJoe , joé
ResponderEliminarMe niego a comentar estos post tuyos corta-rollos chechuales...voy a tener que hablar seriamente con husband para que revise estas raritas tendencia tuyas
(¿se ha comprado una armadura?)..por si aca...
Pues a mi me ha gustado y si nos ponemos a bscar paralelismos con muchas parejas humanas las encontraremos a millones, y morir con sufrimientos varios por sexo es mejor que por otros motivos también tan dolorosos.
ResponderEliminarGenial relato (como siempre)
Espero el próximo
Jajajajaja, ¡te has quedado con el personal y connmigo por supuesto!
ResponderEliminarEl relaato el buenísimo, me ha encantado.
Besicos
De verdad que me has dejado extasiada con la lectura, la he disfrutado de lo lindo, de hecho has ido directa al tablón.
ResponderEliminarGenial y sublime, no puedo decir más.
Besotessssssssssss
Un beso... Marea@
ResponderEliminarShysh: Tienes razón, creo que no debería haber puesto la foto de la araña para no fastidiar el efecto pero, bueno, ya es tarde para eso, así que mejor dejarla ya :)
ResponderEliminarSusana: La naturaleza no entiende de bonito o feo, la naturaleza sólo entiende de supervivencia.
Mario: ... Y es que Sabina deja claro que los machos de todas las especies son bastante parecidos :)
Groucho: Cierto, dar la vida por el ser amado es lo más altruista pero ¿es eso lo que pretende el macho de la Viuda Negra? ¿O es un simple impulso irrefrenable? Puf... en menudas profundidades nos metemos :D
Hernán: Pues... hemos leído las mismas cosas sobre las Viudas Negras y sus machos. Creo recordar, aunque no estoy muy segura, que algunos machos (no sé si de esta especie o de otra) se aparean colgando de su propio hilo para poder luego escapar. Es fascinante la de cosas de las que me entero cuando me da por investigar para un relato :)
Marguerite: Jajajajajaja... Mujer, será un corta rollo chechua para un macho de Viuda Negra... y ni por esas ¿eh? Que a ellos les da igual :D Por cierto... ¿a ti quién te dice que mi husband no es un perverso chechua y le encantan las cosas raras? ¿Eh? (Por cierto esa imagen del husband con armadura para el "acto"... me parto Jajajajajaja...).
Ernesto51: Buscar podemos buscar millones y encontrar otros tantos pero prometo que no pretendía hacer ningún paralelismo... ¿o tal vez sí? :)
Nani: Que me voy a quedar, si hay mucho listillo que ya se había dado cuenta desde el principio... Si es que ya me conocen todos y así no hay manera :D Gracias Nani :)
Patri: Jo... qué cosas me dices Patri... Muchísimas gracias :)
Qué final más sorprendente, de verdad!! Creía que hablabas de vampiros o algo así y no, de arañas!!!
ResponderEliminarGenial Nanny!!
Un besazooo
De algo hay que morir, ¿verdad?
ResponderEliminarMuchos besos grandes :)
Uf no me imagino con la araña :s
ResponderEliminarJajaja! Qué bueno!!! Estuve preguntándome hasta el final de qué estabas hablando! Super original!
ResponderEliminarUn besote!
Una historia genial... como la vida misma.Me encanta leerte, ... siempre consigues sorprenderme...
ResponderEliminarUn besooo
Me ha encantado esta yuxtaposición entre la mitología y las extrañas costumbres sexuales de la mantis religiosa. En realidad, Eros y Tanatos son dos divinidades que tienen más puntos en común de las que nos imaginamos...
ResponderEliminarsaludettes!
Pues creo hay muchas arañas-humanas por ahí... Y creo que no sólo se aplica en el ámbito sexual, si no en muchos otros... El laboral por ejemplo... Saludos! :)
ResponderEliminarImportan la comida y la perpetuación de la especie...
ResponderEliminarDos instintos básicos que mueven la vida en el planeta, incluida la inteligente.
Interesante el contrapunto: empiezas pensando en una relación de humanos y ¡zas¡ termina siendo de arañas. Una manera muy buena de enganchar. Besos.
Un buen relato, bien elaborado, que te engancha desde un principio. Es verdad que, al principio, estás contando la historia de una 'comehombres' que les encanta a algunos varones y caen en sus redes como si de una telaraña se tratase. Je ...¡¡¡ MUY BUENO...
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