lunes, 31 de diciembre de 2012

Nochevieja 2012



Resaca

Te lo debo haber dicho unas mil veces pero tú, ni caso, y mira las consecuencias. Te he advertido docenas de veces que en Nochevieja es mejor no salir, que lo único que vas a conseguir es una gigantesca melopea y su consecuente -e igualmente gigantesca- resaca, que es lo que ahora mismo estás padeciendo. ¿Que te duele la cabeza? Ya lo sé, pero no pienso callarme, a ver si de una vez por todas se te mete en esa cabeza de chorlito milenario que tienes que la Nochevieja no es buen momento para alimentarse porque todo lo que encuentras son borrachos con la sangre convertida en alcohol.
Anda, anda, métete en el ataúd y no salgas hasta que se te pase el resacón.




El principio

El viejo salía desharrapado, lloroso y renqueante, el joven que sujetaba la puerta se volvió, nervioso, hacia el hombre que le acompañaba.
-Yo... Esto... Yo... -el joven se movía intranquilo mientras miraba alternativamente al hombre que salía y al hombre que estaba a su lado- Estaba pensando que, bueno, que quizás no esté preparado para este trabajo.
El viejo, agotado, se sujetó con fuerza al brazo que le ofrecía el hombre y, despacio, muy despacio, se sentó en la silla que le ofrecía.
-Yo... ejem... Verá... -intentó continuar el joven retorciéndose las manos- Yo creo que debería volver a la academia y seguir preparándome. Seguro que puede encontrar algún compañero dispuesto y con mejor preparación que yo.
El hombre silencioso, una vez hubo dejado cómodamente instalado al anciano, se acercó al joven y, delicada pero firmemente, lo fue llevando hasta la puerta.
-Siempre... siempre he sido muy torpe y además... además soy muy malo tratando a la gente y... y... -continuaba el muchacho.
Se detuvieron ante la puerta y el hombre, volviéndose hacia él, habló:
-Vamos, muchacho, deje de poner excusas y entre ahí dentro a cumplir con su deber. Ya verá que no es para tanto.
-¿Que no? ¿Se ha fijado en cómo está? -dijo señalando al anciano que había cerrado los ojos y parecía dormitar pacíficamente.
-Bueno, sí que ha vuelto un poco vapuleado pero nadie dijo que este fuera un trabajo sencillo, ¿verdad? -respondió el ya no tan silencioso hombre sonriendo al nervioso jovenzuelo.
-No, pero... esto... -y el muchacho volvió a señalar al dormido anciano.
-Esto son gajes del oficio, así que no sea usted niño y entre de una vez que le están esperando. Y ya verá que recibimiento le espera.
-Yo... preferiría... me gustaría que fuera... ejem... otro... ¿por favor?
-Sabe perfectamente, querido muchacho, que eso no es posible. Ahora le toca a usted y no podemos saltarnos los turnos o esto sería un auténtico caos. Así que... -el hombre le dio otro ligero empujoncito mientras señalaba la puerta por la que se colaban luces y sonido de voces. El muchacho miró hacia ella con resignación y, tomando aire, avanzó hacia ella.
Un paso, dos, tres... Bajo el dintel el joven aún hizo un último intento de quedarse.
-Vamos, vamos, sea usted valiente -le dijo su acompañante sin dejar de sonreír-. Ya verá que no es para tanto.
El muchacho se volvió hacia la luz.
Cuatro pasos...
Cinco...
Seis...
Siete...
Ocho...
Nueve...
Diez...
Once...
Doce...
-¡FELIZ AÑO 2013!
Al otro lado, el hombre silencioso, cerró lentamente la puerta mientras, mentalmente, le deseaba suerte. Luego se dirigió al exhausto y maltratado 2012 y, con mucho cuidado, lo levantó de la silla:
-Vamos, abuelo, se ha ganado usted un buen descanso...



Suerte

-Comí las doce uvas más una cucharada de lentejas, puse un anillo en la copa de cava, me subí a una silla mientras sonaban las campanadas, el primer pie que puse en el suelo fue el derecho, llevaba ropa interior de color rojo, monedas en los bolsillos, encendí velas de diversos colores, estrené ropa, puse maletas en la puerta, lancé un vaso de agua por la ventana. ¿Qué me faltó?
-Cerebro -dijo la Muerte-. Aparte de eso, le sobraron unas diez copas...




7 comentarios:

  1. No te pierdas la contraportada en la web

    http://www.pasionporloslibros.es/un-quiebro-en-el-destino-%E2%80%A2-jorge-clot-beltran/

    Feliz año nuevo

    ResponderEliminar
  2. No sé si las supersticiones servirán para algo, pero a veces da un poco de giñe dejarlas de lado, como lo de las uvas.

    En fin. Llevaba un par de años sin comentar nada, he estado muy muy muy vago.

    Feliz 2013

    ResponderEliminar
  3. me encantó el de la resaca, muy divertido.

    biquiños,

    ResponderEliminar
  4. PeterPsych: O sea que no eres supersticioso... pero por si acaso :D (Yo también llevo un tiempo sin comentar en tu blog más que por vagancia, por falta de tiempo, pero estoy encantadísima de verte otra vez por aquí :D Por cierto: ¡Feliz Año! :)

    Aldabra: Me alegra que te gustara... ¡Feliz Año! :)

    ResponderEliminar
  5. Tarde pero a tiempo... O algo así... lego yo a decirte que como el 2013 sea algo parecido a como lo describes en el segundo relato, la liamos parda...
    Abrazos por comienzos calendáricos y porque... Buenio, porque siempre queda bien mandar abrazos y bueno deseos, independientemente de las fechas en las que se haga...

    ResponderEliminar
  6. Aunque con retraso, feliz 2013.

    No paso mucho por aqui, pero procuro entrar a leerte, que lo sepas.

    Besos

    ResponderEliminar
  7. Necio-Hutopo: Bueno, ya sabes aquello de que más vale tarde que nunca y tú has llegado tarde pero has llegado :D (Me gustaría que este año no acabara tan hecho unos zorros como el anterior pero la cosa pinta de una manera que ya, ya...).

    Oscura:¡Qué gusto verte por aquí de nuevo! :) Entiendo que no puedas pasarte o comentar porque a mí me pasa y, en los últimos tiempos, paso por mis blogs favoritos de puntillas -cuando puedo- y sin comentar por falta de tiempo.

    ResponderEliminar

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...