martes, 2 de marzo de 2010

Tres historias

Viaje estelar


Tras diez mil años de viaje estelar, la nave colonial llegaba a su destino. El ordenador despertó uno por uno a todos los tripulantes y colonos que en ella viajaban en animación suspendida.


Las salas donde de las grandes pantallas estaban, por primera vez en milenios, abarrotadas y llenas de bullicio. Todos esperaban con expectación ver las primeras imágenes de su destino.


En la lejanía se veía un punto de luz que se aproximaba rápidamente. ¿Sería un meteorito, un cometa?



No. Nada de eso. Era un simple cartel. Un cartel gigantesco que, en colosales y luminosas letras, rezaba:


HA LLEGADO USTED AL CUADRANTE QUE OCUPABA EL PLANETA X.

BIENVENIDO.

AHORA YA PUEDE REGRESAR A SU PLANETA.

GRACIAS.



Silencio


Desde el primera aniversario de su boda, Arnoldo, no había pronunciado palabra. No es que estuviera enfermo, ni mucho menos. Arnoldo siempre ha gozado de un salud de hierro. No se trataba de eso, no. De haberlo querido Arnoldo habría hablado hasta por los codos pero no quería.


Y siguió así, sin pronunciar palabra, hasta el día en que su mujer lo abandonó por otro.


Cuando le preguntaron por qué había pasado tantos años de su vida en ese curioso mutismo, Arnoldo se encogió de hombros y respondió:


- Bueno, verá, mi madre me enseñó desde bien pequeño que, si no tenía nada bueno que decir, lo mejor era callarse...


Romanticismo


Ya sé que es difícil de creer en los tiempos que corren pero, créanlo o no, el pobre Benito murió por un exceso de romanticismo.


Veinticuatro horas después -minuto arriba o abajo- de que su novia decidiera cortar con él por “un exceso de sensiblería”, Benito comenzó a sentir una fuerte opresión en el pecho y como creyó que eso era cosa del mal de amores, Benito no fue al médico.


Pasaron los días y Benito los dedicó a dar lánguidos paseos y escribir largos poemas entre lágrimas y suspiros. La opresión del pecho continuaba pero Benito, imbuido de espíritu romántico, seguía en su idea de que todo era producto de un corazón herido por el amor. De modo que Benito siguió sin acudir al médico.


Quince días -día arriba o abajo- después de la ruptura, mientras contemplaba la luna llena desde su ventana y derramaba “agridulces torrentes de lágrimas que no logran borrar el dolor del dolorido pecho”, Benito sufrió un infarto y falleció al instante.


Si hubiera tenido tiempo de darse cuenta se habría sentido orgulloso y satisfecho de morir por amor... aunque bien pensado quizás no le faltara algo de razón...




11 comentarios:

  1. Tres maravillosas historias Nanny. La del no hablador me recuerda ese dicho de: Más vale ser dueño de tus silencios que esclavo de tus palabras.....Besos

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  2. Y bueno, yo es que supongo que si nose tiene nada bueno que decir lo mejor es divorciarse en vez de ver cuánto aguanta la otra persona...

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  3. Ahí va, qué corte con el relato estelar.
    :)

    Me he reído, con el Arnoldo.
    Tela. Juas.


    Besos

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  4. Tres buenas historias, no dudo que en alguno miles de años ( tal vez menos) nos pase lo que a los tripulantes del crucero interestelar…si todos guardásemos ese tipo de silencio, la mitad de la población :muda! ( y seria genial!)….morir de amo? no se , tal vez (solo tal vez) seria una bella muerte.

    saludos!

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  5. Pobre mujer de Arnoldo. Y cómo sería para que el tipo no tuviera nada bueno que decir. Un beso.

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  6. Geniales las 3!!

    Pero la segunda me ha encantado... ese hombre tenía muchísima razón... ¿y lo bien educado que estaba? Si señor!! xDD

    Un besitooo

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  7. Qué buenos los tres Nanny.
    Ya te digo siempre que eres una genia creando relatos.

    A mí me habría gustado un rinconcito al final de cada uno para dar mi opinión.
    Ya sé que también lo puedo hacer así. Pero no es lo mismo.
    De todas formas lo haré en la proxima entrada.
    Te estaba echando mucho de menos.
    Un abrazo.

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  8. Yo siempre soy partidaria de hablarlo todo. Así no habría tantos malentendidos. Un beso.

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  9. Encuentro que las tres historias tienen en comun "el rechazo", el primero directo y explícito: Ud. ya llegó hasta acá, ahora vayase; el segundo, más cobarde, guarda silencio absoluto hasta que el otro se da cuenta y se va y el tercero está implícito porque lo veo como un amor no correspondido.
    Gracias por seguir compartiendo las historias que salen de tu inagotable imaginación. Besos

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  10. Si futuro es un verbo que se escribe en femenino, este 8 de Marzo (Día Internacional de la Mujer) es un buen momento para empezar a construirlo.

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  11. aaaaaaaaaay Nanny... que no tengo tiempo ni de mirarme!!!! no te comento pero te sigo ¿vale guapa? dejo mensaje informativo para que no me eches al olvido...jejejeje (mi vena de llamada de atención salió jejejeje)

    besos guapa

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Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

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