martes, 3 de noviembre de 2009

Huelga

Tras muchos meses de amargura y desconsuelo decidió montarle una huelga a la Tristeza. No una huelga a la japonesa, no era cuestión de llorar más horas de las que ya había llorado ni de dar más suspiros de los ya dados ni de sentir el corazón más oprimido de lo que ya lo había sentido. Ni tampoco una huelga de celo, por el mismo motivo. Ni pensar en una huelga de brazos caídos puesto que lo que quería era poner distancia -mucha- entre la Tristeza y ella. Menos aún una huelga de hambre que eso a Tristeza le encanta.


Sería una huelga salvaje, sin darle ningún tipo de notificación que la pusiera en guardia y le permitiera defenderse. De modo que, según lo pensó, lo hizo. Se plantó frente a la Tristeza y, poniéndole en las manos su última caja de pañuelos de papel, le informó de su decisión: ya no habría más lágrimas, ya no habría más nostalgia, ya no habría más apatía, ya no más desesperanza, ni reproches, ni pesimismo.


Me pongo en huelga, le dijo, desde ahora mismo cambiaré llanto por sonrisas, añoranza por esperanza, apatía por determinación, pesimismo por optimismo.


Me pongo en huelga, le dijo, y no abandonaré mi lucha hasta que desaparezcas de mi vida y la felicidad se mude definitivamente conmigo.


Luego, dejando a Tristeza con la boca abierta, se dio media vuelta y traspasó la puerta dispuesta a salir a disfrutar la belleza del otoño. Pero antes de cerrarla tras de sí, se giró y, sonriendo, añadió:


- Casi lo olvidaba. Avisa a Soledad. Que se vaya preparando. Luego va ella. Lo primero que pienso hacer es convocar una manifestación. Multitudinaria. Después... después ya veremos.


Agitó los dedos en señal de despedida, cerró la puerta con suavidad y se alejó canturreando.






14 comentarios:

  1. Quué maravilla de relato Nanny. Qué original y cómo me ha gustado. Yo también le digo adios a la tristeza....y respecto a la soledad...también le dije adios hace tiempo. Besos

    ResponderEliminar
  2. Si fuera tan fácil...Yo intento no tratar con ella pero a veces me convence. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Demoledor relato, magnífico.

    Te puedo pedir un favor? Me podrías corregir un relato? Hay quien opina que le falta fuerza, ternura... en fin, si puedes me harías un gran favor

    Tienes mi correo

    http://elsofadesteve.blogspot.com/2009/10/maty.html

    ResponderEliminar
  4. Holaaa alegria....
    ME GUSTA ESTE RELATO.
    BESOS.

    ResponderEliminar
  5. Qué bonito Nanny, qué alegre y qué divertido.
    A pesar de toda la carga emocional que lleva intrínseca la narración.
    Una auténtica gozada.

    ResponderEliminar
  6. NANNY FANTASTICO MUY LINDO¡¡MAÑANA COMIENZO, CON BOMBOS PANCARTAS ETC
    BESOS

    ResponderEliminar
  7. Bon jour, tristesse (François Sagan)

    Bonito

    ResponderEliminar
  8. dios, yo también le monto huelga a la tristeza, que vaya días llevo...:'(

    ResponderEliminar
  9. OOoh!

    Así deberíamos actuar frente a los sentimientos y no dejárnos llevar o que nos invadan. El gran tema es que perdemos el control, enviándonos al carajo.

    Voy a enfrentarme con la nostalgia v/s la tristeza...

    Cariños que andes bien!!

    ResponderEliminar
  10. Hace algún tiempo que quería decirte algo: tienes ya indiscutiblemente un estilo propio. Creo que podría reconocer un relato tuyo en cualquier sitio.

    Y me sigue asombrando que sigas y sigas escribiendo sin que unos relatos parezcan calcos de otros. Son totalmente tuyos pero, al mismo tiempo, tan singulares...

    ResponderEliminar
  11. ¡¡Guaaaaaaaaau!! Qué buen chute de adrenalina para el Otoño... ¡chica! tú dices que te gusta mi arte, pues anda que a mi el tuyo...como dicen por aquí: ¡tienes toelarte miarma!.
    Supongo que el secreto está ahí precisamente en la actitud y en mandar a la mierda de vez en cuando...esto es sanísimo.
    Gracias por el texto, me ha llenado de positivismo.
    Besos a espuertas

    ResponderEliminar
  12. Olé por ella!! Ojalá todos tomáramos partido en esa huelga siempre que hiciera falta... Qué felices seríamos!!

    Un besoteee

    ResponderEliminar
  13. Me uno pues a la huelga!!!

    ResponderEliminar
  14. Ya había leído este post y juraría que lo había comentado.
    Qué sosa. Igual lo leí y salí pitando hacia otra cosa. Da igual.
    Siempre me molaron las huelgas a la japonesa ...por fastidiar.
    :)

    ResponderEliminar

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...