miércoles, 3 de junio de 2009

Oscuridad


La oscuridad es un monstruo silente. No se da prisa, no necesita darse prisa. Con premeditada lentitud la oscuridad llega, te envuelve y te hace desaparecer. Sin gritos. Sin alborotos. Sin lucha. Sin piedad.


Así, quedamente, llegó a nuestra ciudad y arribó con tanto sigilo que no nos percatamos del peligro hasta que fue demasiado tarde para todos. Primero fueron pequeños charcos de obscuridad fácilmente confundibles con sombras normales y corrientes. En esas pequeñas islas obscuras desaparecían bancos, perros callejeros, papeleras, algún gato extraviado, matas de flores. Nada importante.


En poco tiempo las pequeñas islas habían aumentado su tamaño varias veces y, a su paso iban desapareciendo vehículos, personas, edificios, barrios enteros. Siempre en silencio. Siempre sin prisa. Tan lenta en su avance que nos confiamos. Tenemos tiempo de huir, pensábamos. Oh, fíjate, a esa velocidad no sé cómo ha podido atrapar a tanta gente, decíamos. Pero el caso es que, con toda su lentitud, las tinieblas engullían todo a su paso.


Creo que lo que sea que habita en ella ejerce algún tipo de poder mental sobre los humanos. Es la única explicación a nuestra abulia. Nos dejamos cazar. Así, sin más. Sin pelear. Sin intentar escapar. Sin terror.


Ahora sólo quedo yo. Un náufrago en una isla de luz. El mar de oscuridad que me rodea bulle de murmullos reptadores, arrastrantes susurros, bisbiseos viscosos. No sé qué hay más allá del círculo que me rodea, no puedo verlo y esa imposibilidad es lo que lo vuelve más aterrador. Si viera lo que me acecha, si pudiera darle una imagen por terrorífica que fuera, quizás fuera más fácil de sobrellevar pero ¿quién es capaz de sobreponerse a los terrores que imagina?


Ya sólo me resta esperar a que me atrape. Las tinieblas me rodean por todas partes. No puedo huir. Estoy aquí, sentado, viendo como avanza, pausadamente. ¿Dónde está la prisa?, parece decirme.


Algo sisea en la obscuridad.


Algo se arrastra.


Algo se desliza calmosamente.


Algo me espera, pacientemente, dentro de la obscuridad.





19 comentarios:

  1. Y es que, los peores miedos no son los que vemos, sino los que creemos ver.

    Buen relato.

    Un saludo, guapa

    ResponderEliminar
  2. Anda pues... Vale... Dónde deje el sombrero ese de quitarse?

    Maravilloso y acojonante como poco, si Poe viviria le habría gustado leerlo

    ResponderEliminar
  3. Niña mía, coge los pinceles y los tubos de colores, enciende tu paleta y pinta el día.
    Todo es sol en esta mañana que nos visita hoy.
    Ven a mí, yo te daré la luz que llevo prendida a mi cintura.
    Ven.
    Abrásate con ella.
    Te espero.

    ResponderEliminar
  4. Hay un principio básico q siempre he seguido, y es que, en la oscuridad estamos todos con las mismas opciones... a igualdad de condiciones.

    un beso. Marea@

    ResponderEliminar
  5. A veces la mente es tan poderosa que nos puede hacer sentir todos esos horrores. Otras veces, la sociedad es como ese charco que se va haciendo cada vez más grande y nos atrapa por completo.
    Nanny, el relato es precioso y sobrecoge.
    Besicos muchos guapa.

    ResponderEliminar
  6. Qué guay... qué tensión...
    El mayor enemigo de nuestra tranquilidad es la imaginación. Pensar que puede haber algo, creer que hemos oído algo... que algo se mueve...

    ResponderEliminar
  7. 1- Me encanta lo que escribes y sobre todo como lo escribes.
    2- Bien podría ser el relato de quien sufre una ceguera paulatina.

    Besos

    ResponderEliminar
  8. Vivo a veces momentos de gran oscuridad y como estar perdida...aunque esté a plena luz del sol....¡Qué mala es la oscuridad cuando no es para dormir....! Besos

    ResponderEliminar
  9. Nanny, si te pasa por mi última entrada, en ella he dejado un pequeño regalo para ti.
    Un beso de lluvia para el bolsillo de tu falda.

    ResponderEliminar
  10. Me agrada la Oscuridad, siento que al final siempre vas a encontrar una salida y luz. Que va hacer de tu vida, una grata sorpresa.
    Tal ves, no sea la solución que esperas, pero una pequeña puerta de escape.

    Besitos, Nanny!

    PD: Adoré tu texto!!

    ResponderEliminar
  11. Oscura: Tienes toda la razón: aterroriza mucho más lo que no vemos y es que creo que nuestra imaginación es capaz de crear monstruos peores que cualquier realidad o quizás sea porque ver a qué nos enfrentamos nos facilita la defensa.

    Necio-Hutopo: Si Poe viviera me daría vergüenza que leyera mi relato :D Muchas gracias por el piropo.

    Tecla: Beuno, yo así me quedo sin palabras, caray, a ver qué contesto yo... Bueno, gracias, por esto y por el hermoso premio que me has concedido :)

    Mare@: Sí que estamos en igualdad de condiciones: igualmente indefensos ¿no? :)

    Nani: La mente nos puede hacer sentir esos horrores y otros peores, sobre todo si no le ponemos control a nuestra imaginación.

    Tesa: Pues por no repetirme: totalmente de acuerdo contigo, lo que imaginamos suele ser peor de lo que trae la realidad.

    Hernán: 1- Muchísimas gracias, me encanta que te encante :). 2- No había pensado en esa interpretación pero, sí, también podría ser eso.

    WinnieO: Bueno, si le preguntaras a mi niña te diría que sobre todo es mala a la hora de ir a dormir porque a la pobre la aterra la oscuridad :)

    Saqysay: Pues yo no soporto la oscuridad completa y absoluta, necesito como mínimo ver alguna rendijilla de luz del exterior. La oscuridad total me agobia.

    ResponderEliminar
  12. Llama a Fuju, el perrito alado de la historia interminable, cuando la nada se los intentaba comer [como a ti] el perrico volador los salvaba.

    ResponderEliminar
  13. A lo mejor, lo que hay en la oscuridad no es tan malo... Siempre hay que atreverse a descubrir.

    Un besitooo

    ResponderEliminar
  14. Ummm...la oscuridad tiene sus encantos: en la noche se ve mejor las estrellas, en la oscuridad nos concentramos mejor (por algo se cierran los ojos al besar), la oscuridad es posibilidad y emoción que rompe la monotonía.

    ResponderEliminar
  15. Me ha recordado una clase de fotografía. El profesor nos puso dentro de un plató completamente a oscuras. Poco a poco se encendió un pequeño foco iluminando unas manzanas. La fotografía es solo captar la luz que baña las cosas. Sin luz no hay nada.

    ResponderEliminar
  16. Relato aterrador, encoge el alma.

    Haces partícipe de ese miedo.

    La luz lo mitigará.

    Te sigo leyendo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  17. Excelente amiga!
    "¿quién es capaz de sobreponerse a los terrores que imagina?"

    Me gusta jugar con la oscuridad, porque cuando pretende adrementarme le recuerdo que no puede, porque es incapaz de resistirse a La Luz. Allí se desvanece, sabe que no existe, que es solo una ilusión.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  18. Oh dios, creo que llevaba demasiado tiempo sin pasarme por aquí...

    Necesito preguntarte por el banner que has puesto sobre los libros y la propuesta de poner las bibliotecas de pago... Te lo has creado tu? o es de alguna web o alguien que esté luchando y/o dando soporte? Yo quiero!...

    Si recibes los cometarios a tu correo, creo que los míos llegan con mi correo real. Contéstame por ahí, porfa.

    Besos!

    ResponderEliminar
  19. Creo que en la oscuridad siempre nos espera algo o alguien...siempre....

    Besotes guapísimaaaaaa

    ResponderEliminar

Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...