miércoles, 30 de enero de 2008

Dentistas


- ¿Están listas las pancartas? ¿Las cadenas? ¿Las consignas? Bien… pues… empecemos… ¡NO NOS MOVERÁN! ¡NOS NEGAMOS A ESTA VISITA! ¡QUEREMOS VIVIR EN PAZ! ¡FUERA, QUE SE VAYA! ¡SE NOTA, SE SIENTE, EL CEREBRO PRESIDENTE! ¡OEOEOEOEOEEOEEEEEE! ¡QUE EMPIECE YA QUE EL PÚBLICO SE VA! ¡TELEVISIÓN, MANIPULACIÓN!

- Ejem… ¿Se puede saber qué tonterías andais gritando?


- ¡MANOS ARRIBA, ESTO ES UN ATRACO! Un poco de respeto que esto es una manifestación autorizada. ¡EA, EA, EA, LA JEFA SE CABREA!


- ¿Autorizada por quién?


- Pues… autorizada por quien autoriza estas cosas, claro.


- Claro, claro. Y, dime, as de la elocuencia ¿No tenías otro momento para manifestarte?


- Este es un momento tan bueno como cualquier otro para manifestar nuestra repulsa a lo que va a ocurrir dentro de unos minutos.


- No va a ocurrir nada. Al menos, nada malo.


- Porque tú lo digas… ¿Te gustaría a ti que te toquetearan con aparatos de los que ni siquiera conoces el nombre? ¿Eh? ¿Y qué te parecería que te pusieran una lente de aumento para ver todos tus defectos? ¿Te gustaría? ¿Que hurgaran en ti, y te pincharan y todas esas cosas? ¿Eh? ¿Eh? No dices nada… claro, como que sabes que lo que digo es verdad… ¡Vamos, chicas, gritad con ganas! ¡NO QUEREMOS QUE NOS TOQUEN! ¡LA CARIES PARA QUIEN LA TRABAJA!


- Pero si a ti y a todas esas gritonas no os van a hacer nada. Si es a esta de aquí, la de arriba, que la pobre tiene una caries que ya, ya… Ni tú ni las demás tienen por qué preocuparse.



- Ja, que no… ni tú te crees lo que estás diciendo. Ya sabes como son estos “dentistas”. Vienes por una caries y sales con un plan completo de transformación dental. Ya verás, ya, como nos miran a todas y, en menos que canta un gallo, nos encuentran miles de defectos…


- No exageres y calla que ya me toca.


……..

- Psss… oye, jefa… ¿por qué hay tres mujeres mirándote la boca?


- Ni idea. Yo tampoco lo entiendo.


- Pero ¿las tres son dentistas?


- Que yo sepa, al menos dos trabajan en recepción.


- ¿Entonces?


Ego del husband: Ejem… ejem… está claro que han venido para vernos a nosotros…. Ya se sabe, no se puede ser tan guapo…


- Oye, tu marido cada día está peor.


- Ya, ya lo sé. Pero calla ya que empieza esto.


- ¿Ves? ¿Ves? ¿Te has fijado cómo nos observan? Ahora empezará a decirte que tenemos mal esto y aquello y lo de más allá. Que si una limpieza, que si un empaste, que si patatín, que si patatán… Lárgate de aquí. Todavía estás a tiempo. Recuerda la última vez que viniste por un colmillo y saliste con no sé cuantos euros menos…


- Mira que eres aprensiva. Ya verás como no pasa nada.


- Sí, sí, ya veré… Espero que tengas bien sujeta la tarjeta de crédito. ¡NO A LA TORTURA DENTAL! ¡FUERA LOS ODONT… LOS ODONTO… FUERA LOS DENTISTAS!


- Pesada eres. Hale, ya está. Ahora me dirá lo que pasa con tu compañera, me dará cita para arreglarla y listo. Ya verás.


………....


- ¿Y bien?


­- Mmmppffff…. Vale. Tenías razón.


Hay que fastdiarse. No falla. Es ir al dentista a por una cosa y acabar con un presupuesto de reconstrucción bucal completo… pero esta vez pienso resistirme. En serio. Esta vez sólo me arreglarán la muela esta y nada más… lo prometo… de verdad… bueno, casi seguro... creo…


- Que conste que te lo advertimos.


- Como no te calles le digo al dentista que te extraiga.


- Para que luego digan que hay libertad de expresión… dictadora…

sábado, 26 de enero de 2008

Mudanza II


A ver, tú, gorila, deja paso. Sí, sí, ya sé que sólo haces tu trabajo pero… venga… quita de ahí. Gracias.


¿Ves? Ya puedes volver a tu sitio.


Esos de ahí… Con permiso… gracias… se aparten... muy amables.


Hale, pues ya está. Creo que esto ya era lo último.


Bueno, pues este es el nuevo pisito.


Se ha hecho lo que se ha podido con el material del que se disponía.


Yo quería poner un jacuzzi y piscina y hasta un spa pero, oye, el presupuesto no me llega para tanto. Perdón, un momento… (Pssstt… hey… esas pelusas… nada de quedarse a vivir debajo de las palabras… fuera, fuera… vamos, debajo de las camas que es vuestro sitio).


Tampoco habría estado mal tener más de un sofá con “canapies” de esos para que todo el que venga se ponga bien cómodo pero… lo que hay es lo que hay… y de donde no hay no se puede sacar, ya se sabe.


Con permiso… (Pss… oye… el de Júpiter… haz el favor de dejar las imágenes quietas ¿vale? Ya sé que te gustan las chavalas, ya… pero déjalas en paz. Faltaba que se me largaran el primer día de curro…).


Bien, por donde iba… ah, sí, pues eso, que este es mi nuevo rinconcito. Sin mucho lujo. Sin mucho aspaviento pero espero que sea lo suficientemente acogedor como para que todos nos sintamos a gusto. Como en casa, vamos… (Ejem… esto… el que se está quitando los zapatos… si no te importa… gracias… uf… ahora tendré que buscar el ambientador…).


Y, bueno, eso es todo de momento.


Bien, ya pueden sentarse, la comida y la bebida llegarán enseguida.


(Hey… ¿te has acordado de las jarras hipergigantes para Mid…? Vale…).


Pues, entonces, bienvenidos sean todos los que por aquí pasan.


Esta es mi casa y la casa de todos quienes me leen (pero sin pasarse… ¿eh?).


miércoles, 9 de enero de 2008

¿Por qué "Testamento de Miércoles"?



Mucha gente se ha preguntado, se pregunta y se preguntará el por qué mi blog tiene un título tan "extraño". Bien, aquí está el por qué. Este poema de Mario Benedetti que me entusiasmó desde la primera vez que lo leí. Así inicié mi anterior blog y así quiero iniciar este:






Testamento de miércoles
(Mario Benedetti)


Aclaro que este no es un testamento
de esos que se usan como colofón de vida
es un testamento mucho más sencillo
tan sólo para el fin de la jornada

o sea que lego para mañana jueves
las preocupaciones que me legara el martes
levemente alteradas por dos digestiones
las usuales noticias del cono sur
y una nube de mosquitos casi vampiros

lego mis catorce estornudos del mediodía
una carta a mi mujer en la que falta la posdata
el final de una novela que a duras penas leo
las siete sonrisas de cinco muchachas
ya que hubo una que me brindó tres
y el ceño fruncido de un señor
que no conozco ni aspiro a conocer

lego un colorido ajedrez moscovita
una computadora japonesa sin pilas
y la buena radio en que está sonando
el español grisáceo de la bibicí
ah la Olivetti y el cepillo de dientes
no los lego porsiaca

lego tropos y metáforas de uso privado
que modestamente acuñé en la tarde
por ejemplo el astillero en que reparo mis sueños
el pájaro aleatorio que surge del crepúsculo
la cortina de lluvia que miro y no descorro

lego un remordimiento porque es aleccionante
y un poco de tristeza porque es inevitable
también mi soledad con la ilusión
de que el jueves resuelva no admitirla
y me sancione con presencias varias

lego los crujidos de mis viejas bisagras
también una tajada de mi sombra
no toda porque un hombre sin su sombra
no merece el respeto de la gente

lego el pescuezo recién lavado
como para un jueves de guillotina
una maceta con hierbabuena
y otra con un boniato que me hastía
ya que esta cargante convolvulácea
me está invadiendo el cuarto con sus hojas


lego los suburbios de una idea
un tríptico de espejos que me agrede
el mar allá al alcance de la mano
mis cóleras por orden alfabético
y un breve y curioso estado de ánimo
que todavía no sé si es inocencia
o estupidez malsana
o alegría


sólo ahora lo advierto
en paredes y anaqueles y venas
en glándulas y techos y optimismos
me quedan tantas cosas por legar
que mejos las incluyo
en otro testamento
digamos
el del viernes.











Karma

  El viejo monje observaba la delicada mariposa posada en su dedo. ‒Una vez fui como tú -le dijo-, y una vez tú fuiste como yo. Lo recuerdo ...